Horta. jugador del málaga cf

"Mi ídolo es Cristiano, pero por lo mucho que trabajó para llegar aquí"

  • El luso confiesa que se escapa de clase para jugar al fútbol, que aguantaba "algunas patadas" de los mayores y que es su "deber" devolver a sus padres lo que le dieron para poder ser futbolista

La fotógrafa de esta entrevista domina el portugués y así se dirige a Horta para explicarle los posados. Él le replica que por favor le hable en español. Quiere aprenderlo cuanto antes y ya se le nota el esfuerzo. Es la misma teoría que intenta aplicar sobre su fútbol en España. Ese es su futuro, desconocido. He aquí un repaso por el futbolista que descollaba en Portugal.

-¿Era usted el niño bajito y delgado que jugaba con los mayores?

-Sí. En la escuela siempre estaba jugando al fútbol. No iba a clase para poder jugar y lo hacía con niños más grandes. Desde ahí siempre fue mi sueño ser jugador profesional. Ahora lo estoy cumpliendo y estoy muy contento. Entonces era delgadito y muy pequeño. Desde los 18 crecí un poco y me quedé así. Me acostumbré a ser el pequeñito y jugar con futbolistas más corpulentos que yo.

-¿Le daban muchas patadas?

-Algunas, algunas.

-¿Empezó a regatear para esquivar las patadas?

-Soy un jugador con algo de técnica y esa era mi forma de esquivar las patadas, sí.

-Buen futbolista, ¿mal estudiante?

-No, no. Estudiante medio. Pero siempre soñé con jugar al fútbol. Mi padre me decía que estudiara y yo le decía: jugar al fútbol. Ahora a mis padres les digo: ¿lo veis?

-¿Hay más Hortas en su familia?

-Tengo un hermano dos años más pequeño que también juega al fútbol y lo hace bien. Espero que siga mis pasos y sea también un profesional del fútbol. Él está en el Vitoria de Setúbal y le pasó como a mí, que empezó en el Benfica.

-¿Quién le lleva allí a usted?

-Mis padres me metieron en una escuela y el Benfica me llamó. Hice dos o tres entrenamientos y me quedé. Estuve siete años allí y después me mandaron fuera porque era pequeño. Después fui para el Vitoria de Setúbal, donde me quedé tres temporadas, y ahora estoy en Málaga.

-El Benfica es una escuela difícil.

-Para mí, la del Benfica es la mejor escuela de formación de Portugal. Sólo los mejores se quedan. Los dirigentes dijeron que yo no me podía quedar y salí. Al final fue mejor porque pude destacar en otro equipo. A veces es necesario salir para ello. Ya en el Setúbal, el primer año fue de adaptación y en el segundo me destaqué por hacer 22 goles en el campeonato, y subí al campeonato principal. En el tercer año jugué como senior. Hice siete goles y buenos partidos.

-Hasta Jorge Mendes se fijó en usted.

-Jorge Mendes pagó por mis derechos al Vitoria, sí, pero él no es mi empresario. Mi empresario es Carlos Gonçalves. Creo que tiene el 40 o 45% de mi pase, pero yo nunca he hablado con Jorge Mendes.

-Y un día Casado y Husillos se plantan en Setúbal para firmarle.

-Mario fue a ver mi partido a Portugal y, después del partido, me esperaba. Yo estaba en el vestuario y él estaba hablando con mi padre diciéndole que me quería. Luego habló con Carlos y se produjeron las negociaciones.

-Messi y Zidane ficharon con una servilleta, usted casi.

-[Risas]. Fue algo parecido, pero sin servilleta. Fue una alegría enorme encontrármelo allí. Yo tenía en mi cabeza la posibilidad de jugar en una de las mejores ligas del mundo, con los mejores jugadores, con Messi y Cristiano. Así que la opción de poder fichar por el Málaga me dio una alegría tremenda. Ahora estoy aquí y es un sueño.

-¿Los niños de Portugal ven el fútbol como la opción de salida de un país que está mal?

-Sí, pero no todos los niños llegan a ser profesionales. Muchos amigos que jugaban muy bien, que estaban en el Benfica conmigo, ahora ni siquiera juegan al fútbol. Es difícil llegar aquí, hay que trabajar mucho, y es lo que yo hice.

-Cristiano era uno de esos niños y hoy les ha abierto la puerta.

-Los futbolistas portugueses tienen mucha calidad. Yo siempre me he fijado en él. Pero no por lo futbolístico, sino porque ha trabajado mucho para llegar aquí. Mucho, mucho. Es un ejemplo para todos. No sólo para los portugueses, sino para los jugadores de todo el mundo. Él venía de una familia humilde, trabajó mucho y admiro bastante eso de él. Uno quiere llegar al fútbol también porque mis padres me ayudaron mucho para llegar aquí. Ahora es mi deber ayudarles a ellos. Y eso es lo que quiero hacer. Somos una familia humilde, también, pero nunca me faltó nada porque mis padres siempre me dieron todo. Ahora me toca a mí.

-¿Se parece el fútbol español a lo que usted se imaginaba que era?

-Hay alguna diferencia. Es una liga en la que están los mejores. Por tanto, es la mejor liga del mundo. Hay alguna diferencia, pero pienso que me estoy adaptando muy bien y espero seguir así.

-¿Y en lo personal?

-Es un fútbol más rápido, más intenso, pero me estoy adaptando. Da menos tiempo a pensar las jugadas, me llevo también alguna que otra patada [risas]. Pero las mismas que en Portugal. Me gusta mucho este fútbol. Yo veía muchos partidos de la liga en Portugal, pero ahora jugarlos es otra cosa.

-¿Falta mucho por ver su cien por cien?

-Sí, sí, claro. Me estoy adaptando aún. He hecho algunos partidos buenos, otros menos buenos, pero llegará mi momento. Lo más importante, no obstante, es el equipo. Si el equipo está bien, todos los jugadores estaremos bien. Eso es lo que me preocupa más.

-Le pasaron muchas cosas en poco tiempo. Esta tranquilidad, ¿es una situación más real?

-Sí, así es. Todo pasó muy rápidamente. La llamada de la selección, ser titular. Pero yo estoy con los pies en el suelo para hacer un gran trabajo.

-Le viene muy bien que el técnico le dé confianza a los jóvenes.

-Es un buenísimo entrenador. Da muchas oportunidades a los jóvenes. Todos los entrenadores tendrían que ser así para que el fútbol evolucionara. Porque si apuestan por mí cuando sea mayor, ¿quién juega? El fútbol es para los más niños, Javi Gracia hace eso muy bien. Si el joven tiene calidad, ¿por qué no va a jugar?

-Dijo Husillos al presentarle que levantaría a la afición de la silla.

-[Risas]. Yo prometo trabajo. Siempre lo digo cuando me preguntan. El resto viene tras ello.

-Pero usted sabe que es un jugador diferente.

-Creo que tengo algo de técnica, pero cuando entro al partido no pienso en que voy a levantar a las personas del asiento, sino en ayudar a mi equipo con goles y asistencias, eso es lo que yo quiero hacer aquí.

-No se queja tras la patada, como hacen los portugueses.

-Claro que sí, ya está el árbitro para decidir, yo estoy para ayudar a mi equipo. Nunca hice eso y no lo voy a hacer. Las patadas forman parte del partido. Si me dan una patada, sigo jugando.

-¿Cuáles son sus grandes sueños en España?

-Siempre pienso en ir partido a partido y entrenamiento a entrenamiento para poder mejorar. Mi sueño es ser un jugador más completo y que así pueda ayudar al equipo. -¿Le molesta que le digan que juega mejor como revulsivo?

-Me han dicho mucho eso, pero creo que no es así. Si tienes calidad para entrar y revolucionar el partido, ¿por qué no revolucionarlo desde el principio? Así pienso yo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios