La sinceridad de Javi Gracia no invita al optimismo. El realismo se ha apoderado también del ánimo del técnico navarro, que compareció ayer tan hundido como sus futbolistas al abandonar el terreno de juego. En la sala de prensa de La Rosaleda, antes de que el despido de Vicente Casado se apoderara de la actualidad malaguista, el entrenador del Málaga habló sin tapujos de lo que siente ante la difícil temporada que se está viviendo en Martiricos. "Se van agotando las palabras y no quiero caer en el error de parecer que quiero convencer de algo. No tengo intención de eso. Cada uno tiene su lectura, intento que la mía sea positiva. No me siento con el poder de decir nada convincente porque no va a consolar. En estos momentos estamos todos muy dolidos. No quiero mandar mensajes de venta de humo. El equipo está comprometido y va a trabajar lo mejor posible", explicó.

Cuestionado sobre su futuro en el cargo, no quiso entretenerse mucho en ello. "Con respecto a mi puesto no tengo ganas de tonterías. Hago lo que puedo, no sé hacerlo mejor. Si la consecuencia es que tengo que dejarlo, mañana estoy en mi casa. Trabajaré al máximo hasta que el club quiera. Es difícil, si tengo que decir es una palabra es ilusión de cara al futuro porque creo que nos merecemos algo más. Con las ganas que teníamos me parece increíble que no hayamos sido capaces de ganar", afirmó.

Centrado en el partido, destacó la importancia de la expulsión en el resultado final. "Si hago un análisis del partido tengo que decir que ha condicionado la expulsión. Ha habido un partido en igualdad donde el equipo, sin tener un juego fluido, ha competido bastante bien. Nos condicionó jugar en inferioridad, pero generamos ocasiones incluso con uno menos y te queda la sensación de merecer algo más. Es una oportunidad perdida si te quedas con la situación actual. En estas situaciones, las adversidades se hacen mayores, las sientes como injustas. No hemos merecido jugar con un hombre menos este partido tanto tiempo. La segunda amarilla es muy rigurosa y, si pita luego la falta de Rober, tendría que ser tarjeta", recalcó.

También tuvo palabras de crítica hacia los suyos por la forma en la que llegaron los dos goles del Granada. "Son dos centros laterales, en los que el rival busca más profundidad con los de banda y se dan situaciones de centros laterales en los que acumulando jugadores no se defiende mejor. Ahí hemos concedido facilidades y se nos ha ido la posibilidad de ganar".

Pese a todo, Gracia también quiso destacar algunos puntos positivos que hacen ser optimistas de cara al futuro del equipo. "Hemos demostrado un acierto goleador, hemos sido capaces de hacerlo, y hemos gozado de más ocasiones de gol, estamos mejorando cosas y a ver si un día ponemos todas en el mismo partido y tenemos la fortuna también de cara, que nos está siendo esquiva. Con muchas circunstancias adversas e injustas uno se siente decepcionado porque cree que ha hecho méritos para más. La realidad es que hemos empatado y pudimos tener más diferencia. Era un partido que teníamos que ganar y estábamos convencidos, y se nos ha ido con esas situaciones. El disgusto y la decepción es todavía mayor", concluyó.