Kenneth Hayes y Jamar Smith son muy buenos amigos. La vida les ha jugado por tercera vez en escenarios completamente distintos. Primero fue en Maine, en el nordeste de Estados Unidos, en la Liga de Desarrollo de la NBA. Dos años más tarde en Israel, en la ciudad de Gan Ner, donde juega el Hapoel Gilboa. Y ahora lo hacen en Málaga.

Los 28 puntos de Hayes (sólo Cook, Abrines y Caleb Green habían anotado más que él en un partido de ACB para el Unicaja en la última década) ante el Gran Canaria dilatan un debate que había en las últimas semanas sobre la vuelta o no de Jamar Smith. En parte importante también porque éste no acaba de enlazar varios entrenamientos consecutivos a buen nivel, la inflamación en el tobillo que se lesionó es frecuente cuando fuerza. Y a menos de un mes vista del inicio del play off, no hay certeza de cuándo puede volver. La visita a San Sebastián se dibujaba como una buena oportunidad, pero el rendimiento de Hayes, que promedia en ocho partidos 10.1 puntos por los 9.5 en 36 entre ACB y Euroliga, está respondiendo a las mejores expectativas que había cuando se le contrató en febrero para darle otro aire al equipo. Smith tiene contrato para la próxima temporada y está en los planes del club seguir con él. Igual su colega Hayes ejecuta de aquí a final de temporada un cambio de planes. Su balance es 7-1 desde que llegó.