Sus palmas, su cara triste y su taranza en abandonar la pista dejaban translucir que Mindaugas Kuzminskas se estaba despidiendo de la afición del Unicaja tras perder contra el Valencia. Él no es taxativo al afirmarlo y dice que se quedará dos semanas en Málaga disfrutando de la ciudad antes de unirse a la concentración de la selección lituana para preparar los Juegos de Río. Queda abierto a la proposición del Unicaja, aunque le gustaría decidir su futuro lo antes posible para poder tener la mente limpia.

-Su salida de la cancha el domingo parecía indicar una despedida de Málaga tras tres temporadas.

--No, cada momento cuando termina una temporada es especial. No queríamos terminar tan pronto. No tengo palabras para describir cómo me sentí tras perder por casi 30 puntos. Y cómo respondía la afición... Sólo le podía dar gracias por este apoyo, tanto al equipo como a mí.

-¿Ha sido su último partido en Málaga?

-No, no. Creo que vengo en julio con la selección (risas, refiriéndose al amistoso previsto entre España y Lituania en el Carpena para el 22 de julio). No he hablado aún con mi agente, no sé lo que hay. Hemos hablado con el Unicaja, pero yo quería esperar a final de temporada, porque estas cosas sólo pueden distraer tu cabeza. Ahora sí nos sentaremos.

-Sí parece que Málaga es un sitio especial para usted, que le ha llegado hondo.

-He vivido ocho años fuera de mi casa, desde que me fui de Vilnius a Kaunas. Tres han sido en Málaga. Sólo puede decir que Málaga es mi segunda casa. Han sido tres años magníficos. Me gusta Málaga, me gusta España, la gente es muy abierta y cálida, diferente a Lituania. Soy una persona diferente a como vine. Me encontré como en otro mundo... Pero ahora soy un boquerón.

-¿El Unicaja tiene alguna opción de retenerle? ¿Es cuestión de dinero?

-Nunca ha sido lo más importante para mí el dinero. Cuando vine a Málaga tenía ofertas un 40% superiores a lo que iba a ganar aquí. Pero pensaba que era el sitio indicado. y creo que acerté. No es lo más importante el dinero, gano más de lo que pensé nunca, honestamente. -¿Va a esperar a la NBA?

-Es muy temprano, tienen una reglas por las que no pueden firmar, ni siquiera ofrecer, contratos hasta los primeros días de julio. Es la primera vez en mi vida que estoy sin trabajo desde que empecé a profesional, en serio. Antes sabía siempre que terminaba una temporada dónde iba a jugar el año siguiente. Pero ahora no, estoy sin equipos. Cuando reciba algunas ofertas pues veré. Todos queremos saber cuanto antes el futuro, por tener tranquilidad mental. Mañana puedes ir a la playa y romperte la pierna. Nunca sabes qué te va a pasar.

-¿Se ha planteado ir a Estados Unidos a intentar ganarse un puesto en las ligas de verano o con trabajo específico con las franquicias?

-Uno de mis sueños es jugar los Juegos Olímpicos. Y la concentración empieza el 20 de junio. Los lituanos somos muy trabajadores (risas). Empezamos pronto y no hay tiempo para ir allá y probar, se solapan las fechas entre las dos cosas. Ahora seguiré un par de semanas más en Málaga. Durante la temporada no hay tiempo par disfrutar de la ciudad y de la provincia. Invitaré a mi familia.

-¿Se comprará una casa?

- Si me quedo o no, que aseguro que no lo sé, quiero tener siempre alguna excusa para volver a Málaga.