Llega el 30 de junio y al Unicaja le toca decidir sobre dos jugadores que estaban en la plantilla la temporada pasada. Uno es Fran Vázquez, al que se indemnizará con 100.000 euros para romper el contrato que había para el año próximo. En el club se estima que el pívot gallego no cabe pese a la disposición del jugador para quedarse en Málaga, donde tiene encauzada su vida y donde vivirá cuando se retire. Ha dado facilidades, pero el club no apostó por él.

El otro caso es el de Jamar Smith. Plaza se fue de vacaciones dando por sentado que formaría parte de su elenco de escoltas junto a Nedovic. Pero la evolución de la confección de la plantilla ha convertido en capitales los puestos de extracomunitarios. Su continuidad obligaría a que el cuatro y el cinco que quedan por fichar fueran comunitarios, así como el base que resta. Y hay dudas en si gastar esa bala porque sobre todo el mercado de cuatros ofrece más variedad contando con jugadores americanos Si se le rescinde el contrato a Smith se perdería cualquier derecho de tanteo. Si hoy no se rompe el contrato, el escolta de Illinois continuaría en Málaga. Su deseo es ese, el del entrenador también. Pero el problema del pasaporte a la hora de la confección dificultan esa pretensión.