En tablas y con las espadas en todo lo alto. Así finalizó la andadura de la selección española de balonmano, donde se encuentra la malagueña Marta López, en la Ulstein Cup tras acabar su último partido frente a Rumanía con empate a 21 goles.

España había contabilizado por victorias los dos encuentros anteriores y quería hacer lo mismo con Rumanía, una de las selecciones rivales en la fase de grupos de los Juegos Olímpicos.

La selección arrancó con fuerza, dando una imagen muy sólida en los primeros minutos. La defensa estaba ajustada y el ataque rumano tenía que elaborar cuidadosamente la ofensiva, tanto que no terminaban de encontrar portería. Así, en quince minutos, España ya disponía de una renta de tres tantos. Sin embargo, llegados casi al final de la primera parte, las Guerreras sufrieron una doble exclusión que ayudó a las rumanas a empatar.

De los vestuarios ambos equipos salieron con muchas ganas. Empezaron a intercambiar golpes, pero España, de la mano de Barbosa, volvió a distanciarse en el marcador. Entonces Rumanía pisó el acelerador y remontó un encuentro que parecía perdido gracias a la efectividad de Buceschi. A los últimos compases se arribó con 21 iguales. Las españolas tuvieron varias ocasiones, entre ellas un siete metros, para decantar el partido, aunque el buen trabajo de la portera rumana imposibilitó la victoria.