Juha Helvelahti. Director del Colegio Finlandés de Fuengirola (Málaga)

“Hacemos que los alumnos piensen, se pregunten y respondan”

  • Licenciado en sueco y alemán, antes de venir a Andalucía, dio clases a futuros maestros en la Universidad finlandesa, "donde se forma un profesorado muy especial". Hace seis años que dirige el Colegio Finlandés de Fuengirola, que presta servicio a la colonia finesa de la Costa del Sol, que cuenta con 400 alumnos y está parcialmente subvencionado por el Estado finlandés. No hay muchos centros así fuera de su país, apenas una decena contando los de Moscú, San Petersburgo, Bruselas y las escuelas misioneras en Asia. Está casado con Satu y tienen 4 hijos.

Su enseñanza es la envidia de los españoles. 

Es cierto que Finlandia es uno de los mejores países en educación. Pero hay muchos colegios buenos en España. Todos los sistemas tienen algo que aportar. 

¿Qué les hace mejores?

 Una de las claves es la alta valoración social de los profesores. Como es una carrera muy demandada, hay un gran proceso de selección y sólo entran los mejores. 

¿Aquí están menos valorados? 

Sólo le puedo hablar de lo que ocurre en Finlandia, he vivido allí 35 años. Allí los  "Hacemos que los alumnos piensen, se pregunten y respondan"  padres saben que, cooperando con los profesores, pueden hacer que el niño sea cada vez mejor. 

Seguro que les pagan mejor que aquí. 

Estamos mejor pagados, pero nuestros impuestos son muy altos y la vida en Finlandia es muy cara. ¡Gastamos mucho en calefacción! 

¿Qué más destacaría? 

Sabemos que necesitamos el conocimiento para poder situarnos en el mercado global, porque el nuestro es un país pequeño. Casi todo el mundo entiende en Finlandia que la base está en la escuela. 

Luego hay un gran consenso... 

Hay un gran acuerdo en torno a la Ley de Educación aprobada en 1991. Además, todos los partidos políticos tienen la enseñanza como uno de las cuestiones fundamentales de sus programas. 

¿Cuál es la base de su sistema educativo? 

La clave está en la equidad. Da igual en qué parte de Finlandia vivas, que seas rico o pobre la escuela es exactamente igual para todos: totalmente gratuita, incluidos libros, enfermeras, psicólogos y comidas.

¿Cómo evitan el fracaso escolar?

 Con equipos de apoyo. Tratamos de sacar la parte buena de cada alumno. No todo es conocimiento. Se puede destacar en deportes, en música o en habilidades sociales.  Pero hay niños que fallan.  La ley establece tajantemente que cuando un niño falla en los estudios hay que darle profesores especiales, o clases de apoyo por parte de sus propios profesores. 

¿Y si el problema es el absentismo? 

Entonces trabajamos con las autoridades sociales y la familia. Quiero decir que trabajos mucho juntos, esta es otra de las claves. 

¿No hay repetidores? 

Apenas los hay, porque apoyamos a los niños. Pero si alguno niño tiene que repetir, procuramos que lo haga en los primeros años de formación. 

¿Y qué papel juegan los padres? 

El nivel social medio de la población es bueno en Finlandia. Si encontramos algo anormal en un niño, como que no haga los deberes, les llamamos e intentamos encontrar juntos una solución. 

¿También llevan deberes a casa? 

Menos que los escolares españoles, pero es que nuestro sistema pedagógico es diferente. 

¿En qué sentido? 

Hacemos que los alumnos piensen, se hagan preguntas y encuentren soluciones. Más importante que el hecho de que aprendan algunos detalles, que también hay que hacerlo, es que usen el cerebro. 

¿Y después? 

Les hacemos leer un texto y les pedimos que lo interpreten con sus propias palabras. 

¿Así de fácil? 

Controlamos cuidadosamente que los niños han aprendido la lección y revisamos los ejercicios para comprobar que han entendido correctamente. Nuestra filosofía es la cooperación. 

¿Y qué cambia eso respecto a España? 

Tengo entendido que la pedagogía española se basa en decir, hablar y dar. El profesor está hablando todo el tiempo. En nuestro sistema, aunque el profesor tiene el papel principal, trabajamos juntos, en pequeños grupos. 

¿Cuántas lenguas se aprenden en la escuela? 

Lo normal es acabar el Bachillerato con tres o cuatro idiomas. Inglés, sueco, francés o alemán y español o ruso. 

¿Y cómo lo consiguen? 

La televisión ayuda. Todos los programas se emiten en lengua original, subtitulados. Así favorecemos que los niños aprendan a leer en su lengua madre, desde pequeños, y les acostumbra el oído a otros idiomas.

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