El lehendakari y candidato del PNV a la reelección, Íñigo Urkullu, le recordó ayer al PP que cuando su partido "dice no, es no", y remarcó que el "veto" puesto por Ciudadanos a su formación "hace imposible cualquier otra posición".

En una entrevista con Efe, Urkullu calificó de "curiosa" la apelación del PP a su partido para que salga del "frente del no" a la investidura de Mariano Rajoy y aseguró que "ha llegado el momento de decir claramente" a los populares que el PNV "ha dicho no y no", y que las "líneas rojas" de C's a los nacionalistas hacen "imposible" cualquier cambio.

"Por lo tanto es no y no, y no", y preguntado por si esa posición se mantendrá también en una hipotética tercera votación que podría tener lugar tras las elecciones vascas del próximo 25 de septiembre, Urkullu respondió con un "evidentemente".

"Cualquier debate está de sobra, es imposible", zanjó Urkullu, quien justificó esta postura por los cuatro años de "recentralización de intensidad inusitada" que, en su opinión, ha ejercido el Gobierno de Rajoy, pero también por la opción de los populares de buscar en la formación que dirige Albert Rivera apoyos para la investidura.

"Con el PP, mal, y con el PP y Ciudadanos, peor", porque, según expuso Urkullu, ese acuerdo supone una "amenaza" para el autogobierno vasco" y "un ejercicio de liquidación del espíritu de la Transición española", "lo cual hace imposible cualquier ámbito de relación estructural".

Reconoció que en otras ocasiones el PNV ha contribuido a la gobernabilidad de España, pero insistió en que la "responsabilidad de Estado" de su partido se cumple también desde una "oposición constructiva", "que aporte".

El lehendakari aseguró que la situación que vive el Estado ha superado el "drama" y la "tragicomedia" y "es de esperpento" y añadió que hoy por hoy "todo apunta a unas terceras elecciones".

También dejó claro que si se repiten de nuevo los comicios será porque Rajoy no ha concitado los apoyos suficientes y que "la primera responsabilidad" es del PP. Agregó que la forma de Rajoy de gestionar el calendario negociador ha provocado que unas hipotéticas terceras elecciones se celebren el 25 de diciembre, por lo que esa fecha es "responsabilidad exclusiva" del presidente en funciones.