El presidente andaluz y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, aseguró ayer que los socialistas están "de acuerdo" en que lo ocurrido en Ronda, donde se investiga una presunta trama de corrupción municipal, "debe servir de enseñanza a todos, sin exclusiones". A preguntas de los periodistas sobre la petición de varias agrupaciones socialistas para que dimitan el secretario provincial del PSOE en Málaga, Miguel Ángel Heredia, y el secretario de Comunicación, Francisco Conejo, Griñán "reconoció" y "agradeció" la "rapidez con la que la dirección del partido en Málaga afrontó las decisiones para restablecer la normalidad institucional y orgánica".

"Todos, sin exclusiones, debemos comprometernos ahora con empujar a la victoria a la candidatura en Málaga que lidera Trinidad Jiménez", dijo a los periodistas el dirigente del PSOE-A, que asistió en Málaga al acto de apertura del curso en las universidades andaluzas. El presidente de la Junta expresó su "rechazo" a "cualquier comportamiento irregular" y pidió que se deje "trabajar a la Justicia".

Aseguró que la ejecutiva provincial socialista "ha recibido siempre el apoyo de la militancia" y "en el último comité provincial, en el que se eligió la lista [electoral], hubo un apoyo incontestable a la lista".

También insistió en que el partido "ha actuado con celeridad y ha resuelto una situación de incertidumbre institucional y orgánica con prontitud y, además, ejemplarmente, con las dimisiones que se han producido y las renuncias a mantener la militancia hasta que se sustancie el procedimiento", por lo que es "un ejemplo que deberían mirar todos".

La operación Acinipo supuso la detención del exalcalde Antonio Marín Lara; el ex secretario local del PSOE y exdiputado provincial Francisco Cañestro; la ex edil de Obras y Urbanismo, María José Martín de Haro; el ex edil de Contratación y Seguridad Ciudadana, Rafael Lara, y un ex trabajador de una promotora rondeña encargada de construir un centro comercial de Eroski en Ronda.

Griñán trató ayer por todos los medios de bajar la intensidad del fuego que ha convertido al PSOE malagueño en un hervidero durante los últimos días, como consecuencia de la exigencia de responsabilidades a la cúpula de la organización tras estallar en Ronda el caso Acinipo. Los últimos en sumarse a la corriente crítica contra la dirección provincial del PSOE fueron los críticos de la agrupación socialista de Alhaurín el Grande, que se unieron a la de una parte de la de la agrupación de Ronda y a las de la capital de El Palo y Cruz de Humilladero-Guadalmadina, así como a voces de veteranos militantes que han reclamado públicamente la dimisión de la cúpula de su partido.