Un hombre de nacionalidad ucraniana, V. I., fue detenido el pasado domingo por agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local tras presuntamente maltratar e insultar a su mujer en presencia de sus dos hijos pequeños. Según pudo saber este periódico, la mujer, de nacionalidad rusa, identificó a este individuo, de 42 años de edad, en el mismo centro hospitalario al que fue trasladada por los agentes del GIP. El hombre, según fuentes policiales, se personó en el hospital Carlos Haya para curarse de los arañazos que se produjo durante la presunta pelea, momento en el que coincidió con su pareja, que presentaba también arañazos en el cuello y en el brazo. Al ver allí a su marido, la mujer alertó a los agentes que la acompañaron hasta el citado centro hospitalario de que el individuo que estaba próximo a ella era el hombre que supuestamente le había causado las heridas.

La mujer se había personado en las dependencias policiales del GIP para denunciar los hechos y los agentes, al ver las heridas que presentaba, la trasladaron hasta el Carlos Haya para poder denunciar la supuesta agresión con el correspondiente parte médico de lesiones. El individuo fue puesto a disposición judicial y fue arrestado por un presunto delito de violencia de género y de lesiones en el ámbito familiar.

Este nuevo supuesto caso de violencia doméstica salta a la luz días después de que se conociera que cerca de la mitad de los maltratadores aceptan condenas poco después de ser denunciados, cuando los procedimientos todavía están en fase de instrucción y falta gran parte del recorrido judicial que desemboca en la celebración de un juicio. Los juzgados de lo penal especializados en violencia machista de Málaga dictaron el año pasado 715 sentencias. De ellas 715 fueron absolutorias y 356 condenatorias.