La playa de El Bulto siempre ha sido una zona dedicada a la pesca, pero no siempre legal. En los últimos años se ha acrecentado el problema de la pesca ilegal en esta zona que se ha convertido en uno de los últimos bastiones de los bolicheros en la provincia de Málaga, junto con El Palo y Torre del Mar, y que ahora por primera vez las tres administraciones se han propuesto erradicar. A la labor que la Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil llevan realizando desde hace años para poner coto a la captura de inmaduros, se unirá ahora la Policía Local en un acuerdo sin precedentes que se centrará en esta zona de la capital donde en la última década se localizaban casi la mitad de las más de 900 embarcaciones intervenidas en toda la provincia.

Decenas de arcones que los bolicheros utilizan para guardar las artes de pesca ilegal llamadas boliche -red muy tupida utilizada para la captura de alevines de diferentes especies- y numerosas embarcaciones -la mayoría sin matrícula y fabricadas por ellos mismos- ocupan buena parte de esta playa tan concurrida en esta época del año. La iniciativa para erradicar este punto tan conflictivo y tan dañino para el sector profesional ha partido de la Delegación provincial de Agricultura y Pesca que la semana pasada reunió a los representantes de las tres administraciones para buscar el apoyo necesario para llevar a cabo la operación. "El problema es que la actividad ilegal que llevan a cabo mediante la pesca está vinculada a otras actividades delictivas y hay que dejar claro que no es una forma de ganarse la vida", explicó tajante a este periódico la delegada provincial de este departamento, Mónica Bermúdez.

La actuación contará por primera vez con la colaboración del Ayuntamiento de la capital, que ya ha manifestado su intención de ponerse en marcha cuanto antes para liberar la playa dada la cercanía del verano. El concejal de Seguridad, Julio Andrade, señaló que el primer pasó será identificar las embarcaciones que sí estén regularizadas y trasladarlas a un varadero cuya ubicación habría que decidir. En cuanto a las que no lo estén y a los arcones de madera que ocupan la arena, se dará un plazo a los propietarios para que las retiren de forma voluntario "porque si no lo haremos nosotros", aseguró.

El objetivo, dijo, es "eliminar la mala imagen" que esta situación ocasiona en la zona como uno de los principales resquicios de la actividad bolichera que aún se mantienen por su cercanía al tradicional barrio de El Bulto y que suele extenderse al interior del propio recinto portuario de Málaga, donde cada noche operan especialmente en las dársenas de poniente, junto a la terminal de contenedores, el muelle pesquero y los muelles dedicados al tráfico de graneles.

La próxima reunión en la que se detallará la cooperación de las tres administraciones tendrá lugar la semana que viene y en ella se diseñará el plan que deberá tener una continuidad en el tiempo para evitar que los bolicheros vuelvan a reorganizarse. Además de evitar la pesca de inmaduros, la eliminación de este punto conflictivo supondrá la defensa del sector pesquero profesional tan afectado en los últimos tiempos y la protección del caladero.