"En Andalucía la Educación es una prioridad absoluta. Andalucía no recorta en Educación ni para el alumnado, ni para el profesorado, ni para las familias". Éste fue el lema defendido por la Consejería de Educación al inicio del curso 2011/2012. Lo malo es que los buenos propósitos no han llegado al término del periodo lectivo. La Junta ha anunciado un plan de ajuste que supondrá 2.500 millones menos para la región, de los que 777 irán al capitulo de personal, entre ellos los profesores. Los docentes despiden hoy a los 329.000 alumnos de la provincia con la certeza de que su nómina de julio se reducirá sobre un 5% y que el curso que viene aumentan sus horas lectivas, lo que supondrá 900 profesores menos en Málaga.

El último trimestre del curso escolar ha estado marcado por las protestas. Profesores, padres y alumnos, principalmente universitarios, han hecho huelga y han salido a la calle para dejar patente su rechazo a unos recortes que supondrán, según los afectados, una merma en la calidad de la enseñanza pública.

"Calculamos que de cada 10 profesores sobra uno, por lo que habrá unos 900 profesores menos que serán, principalmente, personal interino", asegura José Fernández, secretario general de Enseñanza de CCOO en Málaga. Fernández asegura que se van a suprimir vacantes por lo que calcula de "300 a 400 los docentes que podrían ser desplazados por los nuevos horarios de la enseñanza Secundaria", que pasan de las 18 a las 20 horas. En Primaria, consideran desde CCOO que el aumento hasta las 37,5 horas semanales repercutirá en la reducción de profesorado de apoyo y refuerzo, sobre todo en Infantil.

En cuanto a los sueldos, se recortarán de media un 5% durante los próximos seis meses, lo que supondrán una reducción de entre 100 y 130 euros mensuales. Esto va directamente ligado a la motivación de los profesionales de la enseñanza. "Tenemos muchísimas más horas de dedicación y la gente está desmotivada, no quiere dar más de lo que ya hace", dice María Gracia del Amo, presidenta provincial ANPE. "No queremos perjudicar al alumnado pero sí limitar el trabajo a la jornada laboral", añade.

Este sindicato, al igual que Comisiones Obreras, destaca que otro asunto que creará bastante conflictividad en el próximo curso será la cobertura de bajas a partir del día 11. "Al final nos pondremos en 20 días de ausencia sin cubrir, con el perjuicio que eso puede tener para el alumnado", subraya Del Amo. José Fernández, por su parte, también apunta a la merma en la "atención individualizada del alumnado, lo que va a repercutir directamente en la calidad".

Los docentes tienen claro que las medidas van más allá del sueldo de un profesional. "Esto afecta a toda la comunidad, hay una gran cantidad de servicios que van a perder los alumnos", comenta Miguel, un docente de la Asamblea de Institutos de la Costa Oeste. Se va a perder el programa de acompañamiento, es decir, las clases de apoyo a los alumnos con menores rendimientos académicos. Se cancelan las becas de inmersión lingüística, se reagruparán las escuelas rurales, lo que supondrá que muchos niños tengan que recorrer kilómetros todos los días para asistir a clase.

También se ven afectados programas como Educa3, las escuelas infantiles de 0 a 3 años, y Escuela TIC 2.0, que durante dos años se ha traducido en el reparto de ordenadores portátiles y la instalación de pizarras digitales en los colegios. Se reducirán las escuelas deportivas y las opciones de Bachillerato en los institutos, dejando una sola vía en cada centro y obligando a centenares de adolescentes al desplazamiento, además del recorte importante en las becas y endurecimiento de condiciones para acceder a las mismas.

Muchos han gritado en la calle la necesidad de la defensa de la educación pública porque, como aseguran los afectados, "en vez de avanzar retrocedemos, estamos perdiendo los derechos adquiridos".