Los conciertos entre el Servicio Andaluz de Salud y los centros privados también sufren el efecto de la tijera presupuestaria. El acuerdo con el Complejo Hospitalario Integral Privado (CHIP) y la Clínica El Pilar se ha recortado a la mitad con respecto al año pasado.

En 2011, cada uno de estos centros tenía un concierto por 1,6 millones de euros anuales para derivaciones de estancias hospitalarias, pruebas diagnósticas y consultas externas. En total, 3,2 millones. En 2012, esos acuerdos se han recortado exactamente un 50%. Entre ambos centros suman ahora 1,6 millones, a razón de 800.000 euros al año cada uno.

El director de CHIP, Jesús Burgos, destaca que pese a esa reducción tan importante del concierto, su centro no ha disminuido sus puestos de trabajo. Mantiene los 120 empleos directos. Burgos resalta que CHIP ha optado por "diversificar" su ámbito de trabajo para captar más usuarios, compensar el recorte del concierto y no tener que prescindir de trabajadores.

"Hemos crecido en camas, en tecnología y, a pesar de la crisis, ganamos mercado. Si la apuesta de la Seguridad Social es no apostar por nosotros, tenemos que buscar clientes por otro lado", argumenta Burgos. CHIP -la ampliación de la Clínica la Encarnación- abrió en 2009 un centenar de camas en unas instalaciones con tecnología puntera. La crisis ha hecho que el SAS haya restringido notoriamente las derivaciones a este centro y también a El Pilar. El acuerdo entre el SAS y ambas clínicas -que suman casi la mitad de la actividad concertada de la provincia- se renueva con carácter anual. Si el SAS mantendrá en 2013 el nivel actual de derivación a esos dos centros o si seguirá reduciéndolos es, de momento, una incógnita.

Los conciertos son utilizados por el SAS para derivar pacientes y achicar listas de espera tanto en operaciones, consultas como pruebas diagnósticas. Fuentes consultadas por Málaga Hoy advirtieron que si bien el recorte presupuestario supondrá un ahorro para las arcas públicas, como contrapartida se dispararán las listas de espera.