Tras varias semanas de espera, el inicio de los trabajos constructivos del Metro en la zona de la Universidad ya está marcado en el calendario. El comienzo de las obras en el único tramo en superficie del proyecto del suburbano, que discurrirá entre Los Asperones y la Ciudad de la Justicia, se producirá, casi por casualidad, dos años después de que las máquinas comenzasen las actuaciones en el entorno del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena (7 de junio de 2006), como parte de la línea 2. Este hecho pone de relieve el importante retraso que acumula la infraestructura de mayor calado en la historia de la ciudad, cuya puesta en funcionamiento no será posible antes de 2011, dos años después de lo previsto, y de la que se sigue ignorando su presupuesto definitivo.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía va a aprobar hoy, con casi toda probabilidad, la adjudicación a la unión temporal de empresas (UTE) compuesta por BSK, Copcisa y Rover Alcisa de las labores de actuación en el tramo de la Universidad, de 3,1 kilómetros, por 15 millones de euros. El plazo de la oferta seleccionada es de 15 meses, con lo que no estará culminado hasta agosto de 2009. Fuentes cercanas al proyecto del ferrocarril urbano señalaron que una vez solventado este procedimiento administrativo, que se ha dilatado más de lo esperado, las empresas podrían dar inicio a las tareas de construcción en unas dos semanas.

Este trazado en superficie es el primero de los que integran la línea 1 (La Malagueta-Teatinos) en ser impulsado, lo que pone en evidencia el compromiso de la Administración autonómica para que el Metro de Málaga (incluyendo las líneas 1 y 2) comenzase a funcionar en febrero del año que viene, fecha para la que restan nueve meses. Esta realidad vuelve a confirmar que el ferrocarril urbano está inmerso en un escenario marcado las dudas y los interrogantes, a los que la Junta no ha sabido responder en los últimos meses.

Aún careciendo de un calendario oficial por parte de la Consejería de Obras Públicas, los plazos que, según los expertos en la materia, pueden suponer cada una de las fases de ejecución de un tramo de suburbano sitúan el periodo de obras en entre dos años y medio y tres años más. De ellos, casi dos se corresponden con la construcción de los túneles y el resto con el montaje de la denominada superestructura, que integra las vías, las catenarias y el resto de instalaciones. De este modo, y siempre que se diese inicio al mismo tiempo a todos y cada uno de los tramos que aún restan, no estarían terminados antes de mediados de 2011.

La paralización que hasta este momento ha sufrido el proyecto de la línea 1 es más grave aún si se tiene en cuenta que se trata del ramal fundamental para la puesta en funcionamiento de la infraestructura, al incluir la zona de cocheras en Los Asperones. Meses atrás los responsables de Ferrocarriles Andaluces justificaron el retraso en las variaciones de las que fue objeto el proyecto tras aprobarse la denominada solución Bustinduy, que fija la inclusión de un intercambiador modal en calle Mendívil, para la distribución de pasajeros con las estaciones de tren y autobús, y supuso el traslado del trazado de Paseo de los Tilos, una de las zonas con más riesgo de la obra, a calle La Unión, donde los vecinos ya han mostrado su temor ante los posibles efectos de los trabajos. Otra de las consecuencias fue el cambio de la tuneladora por los muros pantalla como método constructivo, un paso que se adoptó después de los problemas ocurridos en el barrio barcelonés de El Carmel, donde se vinieron abajo varios edificios como consecuencia de la excavación de un túnel.

Sin embargo, a esta causa de demora, conocida en marzo de 2006, se ha sumado otra de mayor importancia: el aumento presupuestario demandado por la empresa concesionaria, un grupo encabezado por FCC, que elevaba el coste a unos 780 millones de euros, casi el doble del precio por el que se contrataron las actuaciones en julio de 2004.

La demanda del socio privado obligó al Gobierno autonómico a modificar sus planteamientos iniciales y a iniciar un nuevo camino de acción, que ha conllevado, hasta el momento, que se le retiren tres de los cinco tramos que componen el recorrido a Teatinos, uno de los cuales es precisamente el de la Universidad. Esta misma fórmula se va a emplear en los tajos que discurren entre Renfe y la futura estación de Guadalmedina y desde este punto hasta La Malagueta. Mientras, la adjudicataria mantiene sólo dos de los tramos del ramal a Teatinos: Renfe-Juan XXIII y Juan XXIII-Ciudad de la Justicia.

Y a todas estas incertidumbres, que constatan el error del Gobierno autonómico de optar por la concesión privada para la construcción y explotación comercial del suburbano, se suma la decisión de la ya ex consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, de aplazar los trabajos en el espacio más delicado del proyecto, la Alameda Principal y el Paseo del Parque, hasta acordar con el Ayuntamiento de Málaga todas las cuestiones técnicas de la obra y, en especial, el método constructivo.

No obstante, esta explicación oficial no es la única respuesta al aplazamiento, ya que hay que añadir el interés del Ministerio de Fomento a prolongar la línea del tren de Cercanías hasta la Plaza de la Marina, con el efecto que ello puede tener sobre el ferrocarril urbano. El director del Metro, Enrique Urkijo, confirmó recientemente que la Administración autonómica está a la espera de conocer la decisión final del departamento dirigido por Magdalena Álvarez antes de definir cualquier avance, aunque desde el Gobierno no se ha confirmado nada oficialmente.