Balcón de Notables · Carmen Manzano

"Poner animales en un escaparate me recuerda a los mercados de esclavos"

  • Considera que el daño que casos como el de Parque Animal de Torremolinos hacen a las sociedades protectoras es incalculable y pide un endurecimiento de las penas contra el maltrato.

Poco tiene que ver su trabajo como funcionaria en la Delegación de Hacienda con el cuidado de los animales. Sin embargo, Carmen Manzano es una apasionada de las mascotas y desde hace casi tres años dirige la difícil situación por la que atraviesa la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga. A sus 59 años y a punto de jubilarse, tiene claro que no dejará de lado la afición que se terminó convirtiendo en su pasión y una de sus mayores satisfacciones, junto a su familia.

-¿Cómo siendo funcionaria termina en el mundo de los animales?

-Siempre desde pequeña me han gustado. Y aquí en Málaga empecé en 1989 cuando llegué destinada y un día vi un stand de la Protectora en una grande superficie que estaba haciendo una campaña de recogida de alimentos. Me acerqué y me ofrecieron hacerme socia. Al principio era la típica socia que pagaba su cuota y poco más. Pero luego surgió el escándalo del Centro Zoosanitario Municipal por la muerte de animales mediante el uso de una cámara de gas y pensé que debíamos unirnos para ayudar. A partir de ahí me involucré mucho y cuando el anterior presidente, José Carlos Cabra, comenzó a encontrarse mal me pidió que fuera secretaria y a los siete meses falleció. Poco después hubo que convocar elecciones de la asociación y aquí estoy.

-¿Qué le aporta realmente?

-Para mí no es una carga. Me da muchos sinsabores pero la satisfacción que me da saber que he salvado a un animal después de recogerlo hecho polvo o y encontrarle una casa es impagable. Las noches sin dormir pensando cómo mantener todo esto se compensan con creces.

-¿En qué ha mejorado la Protectora en estos años?

-Hemos mejorado mucho. En las antiguas instalaciones de Los Asperones no teníamos ni base de datos y cuando los animales entraban se anotaba en una ficha por lo que no se podía saber ni siquiera el número total que había. Era un sitio muy pequeño, con muchas deficiencias y lógicamente los animales morían más. Ahora tenemos quirófanos y zonas para tratarlos, pero en el antiguo refugio eso no existía. Luego aparte los vecinos que teníamos y que varias veces lo quemaron, incluso con los animales dentro y he visto cómo se les caída la piel. El problema es que como ahora la gente nos conoce más también nos abandonan a más animales porque la gente piensa que aquí van a estar bien. Y no. Es cierto que aquí el animal está protegido, tiene comida y cuidados, pero bien no está. Aquí hace un frío horroroso y pueden coger más enfermedades porque por mucho que intentes dejarlos en cuarentena se producen contagios.

-¿Están las instalaciones saturadas en estos momentos ?

-Ahora mismo estamos muy masificados. El refugio fue pensado para 280 animales como máximo y en estos momentos tenemos 700.

-¿Y cómo se gestiona ese volumen de trabajo?

-Con mucho esfuerzo y dinero porque tenemos contratados a nueve trabajadores. La Protectora tiene 1.500 socios y con una cuota de 7 euros las cuentas no salen. Tenemos un convenio con el Ayuntamiento de Málaga por el que nos da 30.000 euros por recoger animales de las calles por las tardes y los fines de semana cuando el Centro Zoosanitario está cerrado. Lógicamente es una ayuda, pero también supone cargarnos de más animales. Pero sin el Ayuntamiento la Protectora no podría sobrevivir porque siempre que le pedimos algo se vuelcan con nosotros.

-¿Cree entonces que las administraciones no están a la altura ante la saturación actual?

-Ni por asomo. El Ayuntamiento es el único que nos ayuda, el resto nada. Por ejemplo, el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de la Junta de Andalucía se supone que tiene unas competencias y al final terminamos recogiendo gaviotas heridas, cernícalos y todo lo que ellos no hacen. Y todo eso es tiempo y dinero porque además la gente que llama a la Protectora avisando de esos casos no entiende que no nos hagamos cargo.

-¿Qué opina del Centro Zoosanitario Municipal?

-Entiendo que tiene que existir, aunque no esté de acuerdo, porque cada tres minutos se abandona un animal. ¿Qué Protectora ni aquí ni en ningún sitio puede asumir eso? Los responsables de esas matanzas no son los de esos centros, sino los irresponsables que abandonan a sus animales. Al fin y al cabo los zoosanitarios prestan un servicio a la ciudad, pero obviamente no estoy de acuerdo con que se sacrifiquen animales.

-¿Qué salida tienen estos animales? ¿Hay tantas peticiones de adopción como abandonos?

-No, los que tienen más suerte y son adoptados normalmente van al extranjero gracias a los convenios que tenemos con asociaciones de Alemania, Finlandia, Holanda, Bélgica y Suecia. Ellos son los que más confianza me inspiran a la hora de la adopción de perros como podencos o galgos, que aquí se usan y se maltratan de forma intolerable por los cazadores, porque se llevan hasta los animales enfermos.

-¿Es la crisis la causante de tantos abandonos o una falta de concienciación general?

-Son las dos cosas porque está claro que la crisis influye y tener un animal cuesta dinero. Cualquier operación mínima que haya que hacerle no baja de los 300 euros y eso hace que haya gente que nos deje en la puerta a un perro atropellado porque no pueden operarlo. Nos han dejado hasta perros muertos porque el crematorio también cuesta dinero.

-Supongo entonces que el papel del voluntariado es clave...

-Ellos son los ojos de los animales porque entre los 700 que hay los veterinarios no dan abasto para saber cuándo alguno cae enfermo, además de sociabilizar gatos y pasear perros. Son clave.

-¿Qué situaciones curiosas han detectado?

-Los síndromes de Noé son un problema que hemos detectado en muchas barriadas de Málaga. Es gente que acumula animales habitualmente perros pequeños y gatos en casa. Hubo uno en la calle Mármoles que tenía 60 ó 70 gatos en unas condiciones lamentables. Estas personas se creen que los cuidan bien, pero no es así porque los alimentan de cualquier forma, no los desparasitan y los animales están continuamente pariendo. Por eso la esterilización es imprescindible y esa es una de nuestras luchas con el Ayuntamiento para que cuando el Zoosanitario entregue un animal lo de castrado de tal forma que la gente lo pueda pagar.

-¿Qué solución le daría a las colonias callejeras de gatos que tanta polémica suscitan?

-El pasado verano tuvimos dos mesas técnicas con el Ayuntamiento de Málaga para tratar este tema con varias asociaciones más y el primer problema es que no hay dinero. Lo primero que habría que hacer es saber exactamente dónde están las colonias de gatos y que haya personas que los alimente de forma controlada con pienso seco. Los gatos que estén enfermos obviamente habrá que dormirlos y, sobre todo, esterilizarlos porque los gatos en la calle evitan que haya ratas y cucarachas. Nosotros estamos dispuestos a invertir dinero, pero como siempre la administración no tiene disponibilidad económica. Es la pescadilla que se muerde la cola porque si no se esterilizan un sólo gato en cinco años puede dar lugar a otros 28.812.

-¿Hay experiencias similares?

-En Barcelona hay parques donde se les han construido casitas para que se puedan resguardar y hay gente autorizada para alimentarlos y la Policía los deja en paz. Aquí te ven alimentando un gato en la calle y eres poco menos que un criminal. Está bien que las calles no sean insalubres y entiendo que se ponga multas a los dueños de los perros que no recogen sus cacas. Pero también es cierto que hemos aguantado botellones y los padres de esos niños no han recogido las asquerosidades que dejan en las calles ni los han multado.

-¿Les llegan muchos casos de animales raros?

-Sí, por la manía de tener esos animales en casa. Hace poco llegó una chica a dejarnos una tarántula porque se la había regalado su novio y la madre no la quería en la casa. Normal es que no entiendo cómo se pueden comprar.

-Pero mientras la venta de animales siga siendo una opción difícil solución va a tener , ¿no?

-Es una asignatura pendiente en España porque en los países civilizados en temas animalistas esas tiendas no existen. Sí existen los criadores que pagan una cuantía a la autoridad competente por camada para tener un control de lo que venden. Pero aquí se venden sin control y sí los cazadores hacen las barbaridades que hacen. Que pongan a los animales en los escaparates de una tienda como si fueran zapatos me parece una crueldad que me recuerda a los mercados de esclavos. Atenta contra la dignidad de los animales y de las personas que los ven.

-Ante escándalos de maltrato animal como el de Parque Animal de Torremolinos, ¿cree que la gente ha perdido la confianza en este tipo de asociaciones?

-Estos casos lo que hacen es que la gente que no conoce las protectoras desconfíen de nuestra labor, crean un daño incalculable a la comunidad animalista y un dolor sin justificación a los animales que deberían proteger. Cuando saltó aquella noticia del exterminio de animales mucha gente pensó que se trataba de la Protectora de Málaga y hubo socios que dejaron de serlo porque decían que nosotros podíamos hacer lo mismo.

-¿Cómo piensa que durante tanto tiempo en Parque Animal se pudo estar matando animales sin que nadie se diera cuenta?

-Con la connivencia del Ayuntamiento de Torremolinos, eso está clarísimo. Ten en cuenta que Parque Animal prestaba un servicio que dependía del Ayuntamiento. La prueba está en que tenían allí mismo una consulta veterinaria con todas la de la ley cuando como Protectora no podía. Y cosas como esa fue lo que hicieron que todo saltara porque no era normal que apenas hubiera adopciones con los animales que se supone que entraban. Llegó un momento que ningún veterinario de Málaga quería trabajar allí. A la directora, Carmen Marín, la conocía desde hacía muchos años y al principio no me lo podía creer porque antes de tener Parque Animal recogía en su propia casa todo animal abandonado que encontraba. Pero creo que el dinero corrompe y más cuando es dinero fácil que nadie controla en qué se gasta.

-¿Cómo cree que acabará todo este asunto que está ahora en los tribunales?

-El daño moral que Carmen Marín ha hecho a las sociedades protectoras no lo pagará jamás. Pero, sobre todo, el daño y sufrimiento de esos animales que se suponía que tenía que proteger y que los masacró de esa manera. Si hay que matar a un animal por la razón que sea se debe hacer de un forma digna para que se vaya de este mundo sin dolor, pero lo que les hacía era aplicarles un compuesto que los asfixiaba. Reparación no va a tener el tema aunque tuviera que devolver todo el dinero que se ha llevado. También en Mairena (Sevilla) es increíble cómo han asesinado de esa manera a tantos animales y encima siendo el presidente de la Protectora un veterinario de la Maestranza de Sevilla. Nuestros voluntarios que fueron a por algunos de los animales que había allí dicen que aquello era espeluznante.

-¿Habría que endurecer las penas contra el maltrato animal para que casos como este no ocurran?

-Siguen ocurriendo porque al final casi siempre se queda todo en una sanción de tipo administrativo o la inhabilitación, pero en el caso de un cazador qué sentido tiene cuando no va a haber un policía detrás que lo vigile.Muchas veces pedimos indemnización por pedir algo y que al menos le cueste el dinero al maltratador, pero la mayoría se declaran insolventes y ni eso. Y encima hemos tenido casos en que después de recuperar a los animales maltratados hemos tenido que devolvérselos otra vez.

-¿Siguen existiendo las peleas de perros en Málaga?

-Sí, y de gallos. De hecho, nos han dejado perros malheridos en la puerta del refugio después de una pelea y a algunos ha habido que dormirlos porque estaban destrozados. Vete a cualquier barrio de Málaga y verás a gente paseando con un perro peligroso como si nada. Son peleas bien organizadas donde se mueve mucho dinero y hay gente que va a apostar.

-¿Qué opina de los toros?

-No entiendo cómo la gente puede disfrutar con una corrida de toros y encima que las administraciones inviertan en eso. Comprendo que el mundo del toro mueve dinero y se preocupan por él, y que las protectoras no mueven nada más que el alma de la gente y eso parece que no tiene mucho valor.

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