En junio de 2007 la empresa vasca Baensa, que acaba de desembarcar en la capital de la Costa del haciéndose con la propiedad de los antiguos cines Astoria y Victoria, aumentaba su apuesta y adquiría dos edificios en la Plaza del Teatro. Los inmuebles, anteriormente de la promotora Evemarina, iban a dar lugar a un proyecto residencial de alto nivel, con una inversión que se estimaba en unos 50 millones de euros. Poco más de siete años más tarde, tras la quiebra económica de la propietaria, sobre estos mismos edificios pende la amenaza de la subasta.

Los incumplimientos urbanísticos acumulados en los últimos años han llegado al Ayuntamiento de Málaga a iniciar el procedimiento para incluir los números 1 y 2 de la Plaza del Teatro en el Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas. Ello, de facto, supondrá el inicio de una cuenta atrás para, en caso de mantenerse la inacción por parte de la propiedad, forzar la puesta en venta forzosa de las construcciones con el objetivo de propiciar su recuperación.

Según informaron ayer desde el Consistorio, por medio de una nota informativa, la determinación ha sido comunicada, de un lado, a la entidad Basenci, como propietaria actual (nombre de la firma tras el concurso de acreedores en el que se vio inmersa Baensa) y a la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria), también conocida como banco malo, al tratarse de la titular del derecho real de la hipoteca sobre los inmuebles.

De acuerdo con las explicaciones municipales, la inclusión en el registro de solares se produce por la falta de solicitud de licencia e inicio de las obras previstas en ambas edificaciones. Sobre ello, se indica que la propiedad contaba con la licencia previa a la aprobación de actual Plan General de Ordenación Urbanística (vigente desde agosto de 2011). La misma, se especifica, fue declarada "ineficaz", por lo que en este momento no existe permiso alguno "ni anterior ni posterior" al planeamiento. Una vez aprobada la inclusión en el registro, los dueños tienen un plazo de un año para solicitar licencia y edificar; de cumplirse estos requisitos, la Administración municipal tiene la potestad legal para sacar a subasta las edificaciones, con el fin de reactivar el proyecto.

La estampa que presenta en la actualidad esta manzana es la de una construcción completamente vaciada en su interior, manteniéndose sostenidas sus fachadas, dado que están protegidas. Sobre ello, Urbanismo precisó que en los últimos años se ha ordenado a la propiedad el mantenimiento de los inmuebles mediante la adaptación de tabicados, clausuras, vigilancia... Incluso, cuando el proyecto disponía de licencia, se realizaron de manera subsidiaria ciertas tareas como la reposición del vallado perimetral, para evitar la entrada al solar, y la limpieza exterior.

Una de las acciones más recientes en el tiempo, ha sido la ordenación por parte de Urbanismo para que acometa el relleno de las excavaciones existentes en el interior, al objeto de igualar el terreno al de la calle. Estas tareas, según indicaron desde el Ayuntamiento, está previsto que se inicien a finales de esta semana, con un coste aproximado de 79.000 euros. El plazo de desarrollo oscila entre tres semanas y un mes. El gasto le será remitido a la propiedad.