El presidente del comité de la empresa mixta de limpieza Limasa de Málaga, Manuel Belmonte, ha sido suspendido de empleo y sueldo durante un día por parte de la dirección como resultado del expediente disciplinario abierto por acceder a parte de las oficinas de las instalaciones de Los Ruices sin aviso previo. El representante sindical, a su vez, ha denunciado la sanción ante la Delegación provincial de Economía, Ciencia, Innovación y Empleo por considerar que vulnera el desempeño de su actividad como sindicalista.

Si nada lo remedia, Belmonte tendrá que cumplir con el castigo por falta leve en base al convenio colectivo e impuesto por la dirección de la empresa el próximo lunes después de que recibiera un burofax hace varias semanas en las que le fue notificado. No es la primera vez que el portavoz sindical es advertido por la dirección de la empresa por esta misma conducta.

Pero ésta última se debe a lo ocurrido, según Limasa, el pasado 20 de noviembre cuando el presidente del comité trató de acceder al despacho del gerente, Rafael Arjona, sin pasar por la recepción del edificio en el que se ubica su oficina tal y como establecen las normas internas de la empresa.

El propio Belmonte reconoció a este periódico que lo hizo a través de una puerta de emergencia "por la que suben y bajan administrativos, jefes de área y directivos todos los días sin que pase nada". Su justificación es que quiso pedir explicaciones al gerente sobre una notificación del juzgado que llegó unos días antes a su nombre y sobre la que "desde recepción nadie me avisó para que recogiera pese a estar todos los días en las oficinas sindicales de la empresa desde las 7:00 de la mañana".

La empresa argumenta en el expediente abierto al presidente del comité que para obtener un mejor funcionamiento de la empresa y un buen uso de las instalaciones, se establecieron una serie de pautas para acceder a las mismas. Así, para mantener reuniones, realizar gestiones o solicitar cualquier tipo de documento o información es imprescindible que siempre se avise a la persona o personas que se va a visitar para que éstas le puedan comunicar su disponibilidad previamente.

La dirección de Limasa advierte que estas normas son de obligado cumplimiento para todas las visitas, todos los trabajadores de la empresa y miembros del comité de empresa, y que su incumplimiento puede ser objeto de la aplicación de régimen disciplinario.

Sin embargo, Belmonte se mostró en desacuerdo con "tener que pedir permiso para ir a una oficina u otra para ejercer mi labor sindical y así consta en mi denuncia ante la Junta". El primer paso será la citación de ambas partes en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación. Pero si no se llega a un acuerdo sobre la resolución de la Limasa, el presidente del comité advirtió de que llevará el caso a los tribunales.