Málaga

Los frentes abiertos en Limasa se acumulan a cinco meses de las elecciones

  • Los trabajadores eventuales se concentrarán hoy en el Ayuntamiento para exigir mejoras una vez que los 'domingueros' han conseguido que se les aumente su jornada laboral

El conflicto está servido de nuevo en el seno de la empresa mixta de limpieza Limasa y la recta final hasta las próximas elecciones municipales se avecina revuelta. A la permanente pugna que mantiene la dirección con los trabajadores fijos desde hace ya casi tres años y a la reciente reivindicación emprendida por los llamados domingueros, se une ahora la de los eventuales que han decidido abrir otro frente. Demandan una mejora de sus condiciones y un aumento de su jornada laboral y hoy está previsto que se concentren a la puerta del Ayuntamiento de Málaga para forzar un encuentro con responsables municipales y de la empresa en el que poder exponer formalmente sus exigencias.

Los más de 500 empleados eventuales que actualmente trabajan en la empresa han tomado nota de la forma de proceder de otros sectores de la plantilla para reclamar sus reivindicaciones y no han querido desaprovechar la oportunidad que les brinda el periodo preelectoral. Javier Alcalá, uno de los portavoces de los trabajadores eventuales de Limasa, explicó que el motivo por el que han decidido protestar es porque "están queriendo repartir tanto el trabajo para contentar a todo el mundo que a la mayoría no les queda un sueldo digno para sobrevivir".

Entre otras cosas, se refería al compromiso al que llegó la empresa con los 70 domingueros o trabajadores fijos a tiempo parcial el pasado martes tras concentrarse también en la puerta del Ayuntamiento unos días antes y que supone que a partir del próximo 1 de enero verán aumentada su jornada laboral al trabajar por igual todos los sábados, los domingos y los 15 festivos del año. Eso sí, sólo hasta el 30 de junio, fecha tope puesta en previsión de un posible cambio político al frente del Consistorio tras las elecciones municipales que se celebrarán el próximo mes de mayo.

El Consistorio malagueño quiere evitar a toda costa cualquier enfrentamiento hasta entonces y el concejal de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Málaga, Raúl Jiménez, no cree que el aumento de la jornada laboral de los domingueros deba suponer ningún problema porque insiste en que no afectará a la contratación de los trabajadores eventuales "ya que seguiremos contratando más que este año como nos comprometimos". Sin embargo, sí reconoce que "es evidente que si no ampliáramos a los domingueros habría más para los eventuales pero aún así cumpliremos con más contratos para todos".

Ese precisamente es el problema que ven los eventuales en la promesa de la empresa que supondrá un gasto adicional para las arcas municipales de más de medio millón de euros para evitar un nuevo conflicto laboral. "Cuando se estaba negociando el convenio de los trabajadores fijos el año pasado que terminó en huelga, la empresa nos aseguró que no podía gastar más dinero en contratar eventuales porque había que recortar seis millones de euros en el presupuesto", dijo este representante, a pesar del malestar que supuso esa decisión para los trabajadores temporales que en algunos casos llevan más de 15 años trabajando únicamente con contratos puntuales.

El nuevo frente al que tendrá que responder la empresa, con un 49% propiedad del Ayuntamiento de Málaga y un 51% que se reparten FCC, Urbaser y Sando, se fundamenta en el reparto de los contratos que se hacen a estos trabajadores. Éstos insisten en que hay personal con menos antigüedad y menos jornadas laborales acumuladas a "los que se les llama más que a los que están en los puestos de arriba de una bolsa de trabajo que no es real y que se ha ido engordando en exceso en los últimos años".

Estos operarios de refuerzo, a los que recurre Limasa en eventos importantes como la Semana Santa o la Feria, tienen contratos muy diversos y mantienen que en meses como diciembre sí resulta rentable trabajar. Aún así, únicamente seis empleados temporales aglutinan 20 días de contrato este mes y dos personas han sido contratadas 19 días. El resto oscila entre un sólo día de contrato y 16 de máximo.

Los llamados domingueros, en cambio, critican a la empresa porque en los últimos años han sido contratados eventuales como indefinidos antes que ellos cuando debían haber tenido preferencia al formar parte de la plantilla sin variar sus condiciones desde 2003.

La guerra está servida y los agujeros que tapar aumentan en el seno de Limasa. Máxime cuando además de las demandas de domingueros y eventuales, la empresa mixta de limpieza se enfrenta a otro escollo importante de cara al año que viene y que viene marcado por la decisión de la Junta de Andalucía de rechazar como convenio laboral el pacto alcanzado por la parte privada, el Ayuntamiento de Málaga y el comité de empresa el 23 de diciembre del año pasado para desbloquear la huelga que tuvo a la ciudad cuatro días sin servicio de recogida.

El asunto está ahora en manos del Juzgado de lo Social de Málaga donde Limasa presentó una demanda contra la resolución del Gobierno autonómico, ya que deja en el aire nuevamente al polémico convenio que en los últimos tres años ha protagonizado dos convocatorias de huelga de limpieza y un paro de cuatro días por falta de acuerdo entre la dirección y el comité de empresa. La paz social en el seno de Limasa está, por tanto, más que cuestionada. De hecho, dado que el principio de acuerdo que permitió poner fin a la huelga tiene una vigencia hasta el 31 de diciembre del año que viene, el presidente del comité de empresa de Limasa, Manuel Belmonte (UGT), ya ha advertido que a partir de febrero se exigirá a la empresa que se fije un calendario para iniciar la negociación del convenio que venció en diciembre de 2012 y que desde entonces no se ha conseguido llegar a un acuerdo.

Si después de las elecciones municipales, no se ha empezado a negociar, el comité de empresa ya prepara medidas contundentes como ir a los tribunales.

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