Un nuevo informe pericial, encargado por la Federación Andaluza de Tiro Olímpico, contradice la investigación realizada por la Policía adscrita a la Junta de Andalucía sobre el incendio de Los Montes de Málaga ocurrido el pasado mes de agosto y que arrasó 273 hectáreas. En el documento, se descarta que el origen fuera una bala y se señala que el fuego fue supuestamente provocado por la ignición intencionada de un neumático relleno de material combustible y situado en las inmediaciones del campo de tiro olímpico Guadalmedina.

El informe, al que ha tenido acceso este periódico y que ha sido elaborado por un ingeniero, aporta imágenes en las que aparecen los restos del citado neumático que fue localizado en un pasillo situado exactamente entre las galerías tres y cuatro del campo de tiro y que están separadas por sendos muros de 3,6 metros de altura. El documento pericial subraya que a ese punto pudo haber accedido una persona ajena a las instalaciones, ya que el candado de la verja que impide la entrada a ese punto apareció roto.

Los abogados encargados de la defensa de la Federación -Antonio Jurado Grana, Enrique Jurado Grana y María Alonso- insistieron en que esta nueva hipótesis la avala el hecho de que una vecina de la zona aseguró haber visto ese día "a un hombre de entre 40 y 45 años, de 1,70 metros de altura y vestido de negro merodear por las instalaciones sin que pareciera tener relación alguna con el campo de tiro".

Las conclusiones de este informe contradicen, por tanto, a la Brigada de Investigación de Incendios Forestales, formada por agentes de medio ambiente y dependiente de la Junta de Andalucía, que apuntaba a que aquel fuego se inició dentro de las instalaciones de una de las galerías de tiro debido a que los proyectiles disparados por algunas de las personas que había allí en ese momento impactaron sobre las piedras y provocaron chispas que prendieron la abundante vegetación propagándose rápidamente al carecer de las condiciones exigidas por la legislación sobre prevención de incendios forestales, entre ellas un perímetro cortafuegos. De hecho, la Delegación provincial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio justificó en ese punto su decisión para retirar la concesión dada en 1972 a la Federación, a la que le da un plazo de tres meses para abandonar el recinto al rechazar parte de las alegaciones que presentó con anterioridad.

Sin embargo, el informe entregado el pasado viernes como alegación contra esta propuesta de resolución incluye, además, documentos que acreditan que la Federación elaboró y presentó en febrero de 2011 el plan de autoprotección contra incendios forestales del campo de tiro al Ayuntamiento de Málaga, que debía haber solicitado un informe preceptivo a la Junta de Andalucía para su aprobación definitiva. Los abogados señalaron que ante la pasividad de la Administración local los responsables de la entidad reclamaron su aprobación el 4 de abril de este mismo año, ya que contenía una serie de medidas de actuación frente a posibles incendios.

Además, se basan en el hecho de que la autorización del campo de tiro fue renovada por la Junta el 13 de agosto de 2013, un año antes del incendio, por un periodo de 10 años al cumplir supuestamente todas las condiciones. De hecho, no consta ningún apercibimiento por incumplimiento previo al fuego.