La cuestión sobre la factura de la obra del Metro de Málaga que corresponde pagar al Ayuntamiento de la capital y su posible compensación con obras de movilidad sostenible sigue enredándose. Tanto es así que el último listado remitido por el equipo de gobierno del PP el pasado mes de septiembre para tratar de anular esa obligación de pago incluye al menos una propuesta, la compra de autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), que se topa con la negativa de la Administración autonómica.

Fuentes próximas al Gobierno regional subrayaron que si bien la voluntad política es la de intentar aceptar íntegramente el contenido del documento, desde el punto de vista jurídico tiene "muy difícil encaje" esa consignación. De hecho, las fuentes consultadas dieron casi por nula la posibilidad de tomar en consideración este concepto, que 10,7 millones de euros. Se trata, junto a la primera fase del bulevar ejecutado sobre los terrenos ganados tras el soterramiento del AVE, que suma casi 12 millones, la principal apuesta inversora que pone sobre la mesa el área de Movilidad para dejar a cero la factura.

A la espera de que haya una respuesta formal por parte de la Consejería de Fomento, ello supone una alteración considerable sobre las previsiones municipales, dado que el equipo de gobierno se verá obligado a buscar otras iniciativas con las que cubrir este previsible vacío. Las dudas de la Junta se extienden, aunque no con la misma gravedad, a la decisión del Ayuntamiento de introducir como obra mediante la que anular el pago de la infraestructura del suburbano el sistema de alquiler de bicicletas implantado en la ciudad desde hace varios años.

No es la primera vez que los informes manejados por Fomento alteran el contenido de los listados de obra aportados por el Ayuntamiento. El caso de mayor relevancia es el del soterramiento del AVE a su llegada a la ciudad, intervención que el Consistorio quiso introducir a modo de compensación y que finalmente fue anulada debido a que la misma ya había sido objeto de un convenio anterior entre el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno central.

Interpelado por este asunto, el delegado territorial de Fomento, Manuel García, eludió ser tan concreto respecto a la posición final de la consejería sobre si la compra de autobuses pueden entenderse como obra de movilidad sostenible. Sin embargo, sí incidió en que lo que se marca en el potencial acuerdo de compensación es que la misma se produzca mediante "obras de movilidad sostenible". Un concepto que no parece aplicable a la compra de autobuses de la EMT.

"En aquello que no sea obra de movilidad sostenible no podemos entrar; hay que ver en el listado cuáles son obras de movilidad sostenible y cuáles no", apuntó García, quien, no obstante, se mostró convencido de que se acabará alcanzando un acuerdo para compensar la aportación municipal, ascendente, sólo hasta finales de 2013, a unos 32 millones de euros. "Estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo, ya sea con obras realizadas o a futuro", apostilló.