Los grandes edificios siempre necesitan reformas y actualizaciones para ser modernos y competitivos. Los centros comerciales tienen además la particularidad de que son visitados cada año por millones de personas y que muchos de sus comercios están presentes en centros distintos, por lo que hay que dar las mayores facilidades posibles a los compradores para que elijan ir a un centro en lugar de otro.

El capítulo de inversiones, por tanto, suele estar candente en las cuentas de los gestores de este tipo de establecimientos, aunque con la recuperación económica y el aumento de clientes se hacen con una alegría distinta. Rubén Mateus, gerente del centro comercial Rosaleda, explica que en 2014 "pusimos en marcha un ambicioso proyecto de mejora estética y centramos nuestros esfuerzos en ampliar y mejorar los servicios gratuitos para nuestros clientes". En este sentido, el gerente indica que el año pasado mejoraron la iluminación y la pintura del complejo, inauguraron una sala de lactancia y dos salas culturales para apoyar a artistas malagueños, instalaron tres nuevas zonas de descanso y pantallas panorámicas en todas las zonas de restauración, han instalado wifi gratuito en todo el centro comercial, han renovado toda la señalética de la galería para adaptarla a personas invidentes, han ampliado las zonas infantiles, fomentado las promociones de venta cruzada o han colocado aromatizadores en varias zonas del centro.

En el centro comercial Larios también se han puesto manos a la obra. Su gerente, Jesús María Cordón, destaca que aunque son habituales las inversiones en eficiencia energética, iluminación o refrigeración, el año pasado fue significativo el hecho de que reordenaran los rótulos de su fachada principal para mejorar la imagen exterior del recinto. También afirma que próximamente estrenarán una ludoteca infantil.

En Vélez Málaga, en el centro comercial El Ingenio, aseguran que en 2014 han hecho una "profunda remodelación" de su plaza encaminadas a la mejora de la iluminación artificial y natural, con la apertura de lucernarios en la cubierta y la renovación de elementos decorativos. "Siempre sin abandonar la idea original de su carácter popular e industrial de finales del siglo XIX y principios del XX", afirma Leonardo Galdeano, gerente del recinto. En 2015, según añade, "vamos a continuar implementando nuevas mejoras tanto técnicas como arquitectónicas".