Málaga

Políticos desencantados rescatados

  • Algunas de las caras más visibles de los partidos emergentes que concurren a las elecciones autonómicas formaron parte de otros, de los que se fueron por no casar con sus ideas

Son políticos convencidos de sus ideales, fieles a su ideología ante todo y por encima de cualquier sigla, y tienen claro que su forma de entender la política no van a cambiarla por nada ni por nadie aunque eso les obligue a marcharse del partido en el que un día creyeron. Como muchos ciudadanos, también hay políticos cansados de las promesas incumplidas, del clientelismo y de la imposición de una férrea disciplina de partido que en algunos casos termina asfixiando la creatividad de los que quieren cambiar las cosas desde dentro.

Los partidos emergentes han sido el refugio de algunos de estos políticos desencantados rescatados que afrontan la recta final de la campaña electoral del 22 de marzo con la ilusión del cambio. Manuel Huertas ha encontrado en el partido de Rosa Díez un lugar cómodo en el que defender la política la que cree. Después de una marcha complicada del PSOE, partido en el que llegó a concurrir en las listas de las últimas elecciones municipales y autonómicas, ahora es el número tres de la candidatura de UPyD por Málaga al Parlamento andaluz y dice sentirse satisfecho porque "ahora puedo hablar de mi partido con la cara muy alta sin que cuando aparezca la palabra corrupción tenga que agacharla".

Fueron precisamente los casos de corrupción que han salpicado a dirigentes del PSOE andaluz en los últimos años lo que hizo que este joven abogado abandonara el partido por el que se desvivió durante algunos años desencantado con lo vio a su alrededor. "Tenía claro que quería hacer cosas para ayudar a los demás desde la política, pero no estar a sujeta a ella por encima de cualquier cosa y la decepción fue grande", aseguró.

En UPyD sí considera que está su sitio "no porque seamos más buenos que nadie, sino porque aquí sí hay mecanismos para que a la más mínima te pongan en la calle", señaló orgullos Huertas, que aclaró que "he cambiado de siglas, no de ideas".

Luis Salvador también ha formado parte del PSOE durante 20 años, ocho de los cuales incluso como senador. Fue el primer político español en crear una oficina virtual de atención al ciudadano en 2004 cuando las nuevas tecnologías aún no estaban tan extendidas y por la que fue premiado un año después.

Siempre fue un militante muy activo, innovador y fiel convencido de que hay que acercar la política a los ciudadanos. "Creía que las cosas no funcionaban e intenté cambiar el partido desde dentro para luchar contra la corrupción, el clientelismo y defender la democratización interna", recordó a este periódico, pero el proceso de primarias "trucadas" que elevaron a Susana Díaz a la presidencia del partido en Andalucía fue para él la gota que colmó el vaso.

Su relación con Albert Rivera, el presidente de Ciudadanos, por su colaboración en una tertulia televisiva fue determinante para comprender que "evolucionar es cambiar y este partido supone la evolución sobre los partidos tradicionales en las que sus miembros están a dispuestos a compartir y no a usar la política para enfrentarse".

Ahora, dijo, "estoy en mi partido natural en el que la política está basada en los ciudadanos". Además de candidato a la Alcaldía de Granada, cierra la lista de Ciudadanos por Málaga al Parlamento andaluz.

En el caso de Félix Gil, número uno de la candidatura de Málaga de Podemos al Parlamento autonómico, el desencanto de los partidos tradicionales le viene de más atrás. Militante primero del Partido Comunista y después de IU, abandonó esta última formación en 1996 en la crisis interna que surgió a raíz de l a corriente crítica liderada por Nicolás Sartorius y Cristina Almeida. Él estaba a favor a favor de cambiar las cosas entonces y ahora porque cree que "el error de los partidos tradicionales es que se convierten en organizaciones en las que los políticos se convierten en profesionales que quieren vivir de la política".

En Podemos, asegura haber encontrado el hueco que buscaba porque "puedes hacer política tal y como la entiendes", lo que considera que es "como un premio, un cierto cuento de hadas".

Javier de Luis también ha demostrado no amedrentarse ante ningunas siglas. Éste convencido de la ecología política ha intentado defender lo que cree bajo el paraguas de Los Verdes, Alternativas Ecologistas, EQUO e incluso fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Marbella durante tres años.

Pero no se considera de ningún partido porque "estoy para defender los intereses de los ciudadanos, no para ponerme a las órdenes de ningún partido". Ahora forma parte de la corriente verde de IU y es el número 12 de la lista a la Junta. Aunque asegura "mi idea de hacer política no ha cambiado nunca".

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