Durante el juicio se negó a declarar, pero las pruebas y la primera declaración ante los agentes de la Policía Nacional, que ratificó más tarde en presencia de un abogado ante el juez instructor del caso, han hecho que la Audiencia Provincial no haya albergado ningún tipo de duda sobre la culpabilidad de Peter R. B. como autor material de la muerte del abogado malagueño Salvador Andrés Reina, al que abandonó en el maletero de su coche. El Tribunal declara al hombre de origen alemán responsable de asesinato, robo violento agravado por el empleo de un arma y estafa continuada, delitos por los que lo condena a 24 años y cuatro meses de cárcel. Además tendrá que indemnizar a la familia del letrado.

La Sala considera probado de que Peter R. B. se presentó en el despacho del abogado para "contratar sus servicios en un asunto penal" y que acordaron unos honorarios de 1.000 euros. Para hacerle entrega de 500 euros a cuenta, el ahora condenado le pidió que le llevara a un centro comercial de una urbanización de Marbella. Ya por la zona, amedrentó al abogado "con un arma blanca que portaba" y le hizo parar el vehículo. Se apoderó entonces de la cartera y "lo conminó a que le facilitara el número pin de su tarjeta de crédito". Peter R. B. inmovilizó al letrado, "atándole las manos con cinta de celofán que había cogido del despacho de la víctima, lo sacó del vehículo arrastrándolo por el suelo y lo obligó a meterse en el maletero, donde lo golpeó repetidamente dándole puñetazos. Le pinchó con un arma blanca en la cabeza y le asestó un navajazo letal en el cuello", consta en la sentencia. El encausado condujo el vehículo del abogado hasta la capital y lo dejó estacionado, llevándose la cartera y una chaqueta de la víctima, que más tarde la Policía encontró en el registro de su vivienda. La tarjeta bancaria la usó en dos ocasiones -momento en que fue captado por las cámaras de seguridad-, con un tercer intento que resultó infructuoso al estar ya bloqueada.

El condenado tendrá que indemnizar a la viuda del abogado y sus dos hijos con algo más de 210.000 euros, además del pago de los 1.200 euros que logró sustraer de cajeros automáticos.

En el momento de la detención, el ahora condenado tenía en vigor una orden de búsqueda y detención para su extradición a Alemania por estafa, robo cualificado y lesiones. La Comisaría de Torremolinos también tenía interesada su detención por un supuesto delito de apropiación indebida. Y había sido condenado, además, por el Juzgado de lo Penal número 2 por un delito de robo con fuerza a una pena de 3 años de cárcel.

Durante el juicio el Ministerio Fiscal modificó la petición inicial de prisión por los tres delitos de 26 a 28 años.