El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quiere evitar a toda costa que el contencioso abierto con el colectivo cultural La Invisible se convierta en conflicto en la previa a las elecciones municipales. Tanto es así que el regidor y el equipo de gobierno del PP eluden tomar decisión alguna contra los okupantes del edificio municipal de calle Nosquera después de que éstos reabriesen ayer las instalaciones para celebrar una mesa redonda contraviniendo la orden de la Gerencia de Urbanismo que impide actividades de libre concurrencia debido al riesgo de incendio.

Si bien el regidor pareció no tener conocimiento directo de ello, la realidad es que en la Casona del Parque sí se disponía de información sobre la mesa redonda organizada por la Fundación de los Comunes, denominació bajo la que se integran los colectivos relacionados con esta iniciativa. Al ser insistido sobre si el Consistorio va a actuar ante este incumplimiento, De la Torre se limitó a afirmar: "Si organizan un acto, saben que tendrá que ser muy interno y con muy poca gente porque la filosofía de la medida cautelar es que no puede haber concurrencia porque las condiciones del edificio no garantizan la seguridad".

"Los responsables de La Casa Invisible no pueden hacer un acto donde el número de personas esté en contradicción con la medida cautelar", expuso, al tiempo que confió en que "dentro de muy pocos días" los técnicos de Urbanismo se pronuncien sobre los documentos entregados por La Invisible el pasado martes. "Ahora mismo no estamos en condiciones de decir si lo que se ha hecho es suficiente o no", dijo.

La agenda de actos de la Casa Invisible, por el momento, parece acotada. Un representante del colectivo aludió a que no se prevé en ningún otro evento en las próximas jornadas en el interior del edificio y señaló que se está a la espera de que los técnicos de Urbanismo analicen la información aportada.

La laxitud con la que De la Torre afronta la ocupación del edificio municipal de Nosquera sorprende incluso en el seno del equipo de gobierno del PP, en el que existen dos tesis confrontadas. Una de ellas es partidaria de alcanzar un acuerdo mediante el que ceder el inmueble a este colectivo para el desarrollo de sus actividades siempre que se garanticen las condiciones de seguridad. La otra apuesta por abrir un concurso público para definir el uso futuro de la construcción y a qué entidades se les cede.

El interrogante que se mantiene a día de hoy es la posición que adoptará De la Torre. Porque si bien meses atrás era partidario del concurso, instrumento marcado en la ordenanza municipal que rige la cesión de inmuebles municipales a colectivos, en las últimas semanas parece decantarse por la vía de la cesión directa a La Invisible. Preguntado ayer sobte esta cuestión, el regidor no despejó de todo las dudas: "Sigo abierto a todo; es cuestión de verlo".

Y aludió a la necesidad de conocer experiencias en otras ciudades de España que apuntarían a la cesión. En caso de tomar esta última vía, insistió en que ha de garantizarse la seguridad y un modelo que permita que "cualquier persona o colectivo pueda utilizarlo y sin ánimo de lucro". "Soy un hombre muy abierto a los temas culturales y a todo y estoy encantado de que existan espacios alternativos donde la gente se sienta cómoda para el encuentro cultural y social", subrayó.

A lo que no alude el regidor estos días es a la existencia de un informe elaborado por la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento, dado a conocer hace casi tres años por el que fuera concejal de Cultura Damián Caneda según el cual la única forma de "enmendar" el origen ilegal de la ocupación del edificio es mediante la salida a concurso de la gestión del recinto.