Cuarto día de la huelga de autobuses Portillo sin que se atisbe una solución. La empresa denunció ayer que varios piquetes de trabajadores boicotearon los servicios mínimos establecidos por la Junta de Andalucía y obstaculizaron la normal salida de los autobuses originando retrasos de varias horas.

Los trabajadores del comité de huelga alegaron motivos de seguridad e higiene para impedir dichas salidas.

El sindicalista Luis Zorrilla, miembro de CCOO en la mesa negociadora del convenio con Portillo, negaba ayer rotundamente la existencia de piquetes. "No hemos formado piquetes y tampoco estamos en contra de los servicios mínimos de Portillo. Queremos que los autobuses salgan en condiciones e higiénicamente limpios. Ya que va a haber menos servicios queremos que se supla con más confort".

La primera teniente alcalde de Marbella, María Francisca Caracuel, señaló que "si bien se trata de un conflicto de ámbito privado entre la empresa y los empleados por la aprobación de su convenio colectivo, ambas partes deben ser conscientes de que están ofreciendo un servicio público". Asimismo, aseveró que este tipo de episodios "deterioran la imagen que ofrecen de sus servicios a los ciudadanos".

El incumplimiento de los servicios mínimos en el municipio marbellí afectó a decenas de personas en la estación a primeras horas de la mañana, lo que obligó a varios afectados que debían desplazarse hasta Málaga a viajar en taxi hasta la capital y desembolsar cantidades que rondan los 80 euros para poder llegar a su destino.

Portillo recordó que los servicios fueron fijados por el Gobierno autonómico en un 25 por ciento y destacó que en los incidentes de Marbella, los piquetes habían actuado "con contundencia", rompiendo a pedradas las lunas de algunos vehículos.

La huelga indefinida de Portillo afecta a unos 40.000 viajeros al día, principalmente de la Costa del Sol Occidental, pero también de las provincias de Cádiz, Sevilla y Córdoba.