Jóvenes, mayores, estudiantes, amas de casa... Incluso los que años atrás no creían necesario el Metro. La puesta en servicio del suburbano hace ahora poco más de un año parece haber convencido a todos. A pesar del retrasado acumulado en la puesta en marcha de los trenes y de unas obras casi eternas, la mayoría de los usuarios entonan, como si emulasen a Marc Anthony, el "valió la pena".

La estación de El Perchel es, según los datos manejados por la propia Junta de Andalucía, la más transitada. En ella conectan las dos líneas ahora en funcionamiento: la 1, procedente de Teatinos; la 2, del Martín Carpena. A ello ayuda también su estratégica situación, a modo de intercambiador con otros modos de transporte como la estación de trenes de larga distancia y cercanías y la autobús. Y es el epicentro del suburbano donde Málaga Hoy ha querido conocer en primera persona los testimonios de los verdaderos protagonista del primer aniversario del Metro: los viajeros.

Casi de manera idéntica a lo reflejado en las encuestas realizadas por la concesionaria, Metro Málaga, la mayoría de los usuarios coincide en destacar como valores positivos la velocidad, la comodidad y la frecuencia de paso.

Ignacio Robles es un comercial de Puerta Blanca, barrio situado en Carretera de Cádiz. "Tardamos doce minutos en llegar al centro. Es una maravilla. Además, si no se va el Metro justo antes de que llegues, casi no tienes que esperar", comenta. Al igual que Ignacio, la mayoría de los usuarios ven rebajado drásticamente el tiempo que tardan en ir o venir hasta sus respectivos barrios, comparado con el mismo trayecto en autobús. "Ahorro 20 minutos cada mañana", comenta Regina del Río, una estudiante de La Paz. Rubén Gutiérrez, también estudiante, vive en El Cónsul. "El recorrido desde allí es mucho más directo que el de los autobuses, que van haciendo más curvas para llegar a más barrios". Este estudiante, a pesar de admitir que el Metro es "una alegría", es de los que cree que Málaga aún no lo necesitaba. "Se hizo durante una época muy dura, en el peor momento. En mi zona, en Teatinos, el Metro va por superficie. Es una medida temporal, se han gastado dinero pero luego van a tener que gastar más para soterrarlo", explica.

"Es un Metro muy nuevo y pequeño, pero está todo muy bien explicado y hay muchos revisores y encargados que te ayudan si tienes problemas", comenta un grupo de ciudadanas suizas que llegaron hace una semana a Málaga.

Pepi Fernández, ama de casa procedente del barrio más beneficiado por el ferrocarril urbano, Carretera de Cádiz, es de las convencidas con el proyecto. "Era un paso necesario que se iba a tener que dar obligatoriamente. Mejor que los malagueños lo disfrutemos cuanto antes", opina.

Juan Pablo García va cada mañana desde el centro hasta Andalucía Tech. "La conexión de autobuses es pésima. Cada mañana la gente tiene que correr si quiere hacer el transbordo en el Hospital Clínico para ir hasta la zona de ampliación. Ahora, con el Metro, nos salvamos de eso". Y a diferencia de otros muchos usuarios, cree que el servicio no es caro. "El bono de viajes te sale a poco más de 80 céntimos por trayecto. Igual que el bonobús". No obstante, la ausencia de una tarjeta mensual de viajes ilimitados, como las que hay para los autobuses, sí es motivo de queja.

Las principales trabas que observan los usuarios apuntan al acotado del recorrido de los actuales ramales y que los mismos lleguen al centro. Mónica Romero, ama de casa de Carretera de Cádiz, se compadece del resto de malagueños. "A pesar de todas las ventajas, los trayectos son muy limitados, si tienes la suerte de vivir por Teatinos o Carretera de Cádiz, está muy bien; si no, pues no te beneficias en nada y has estado aguantando obras unos cuantos años". "No vale para mucho que llegue sólo hasta el Hospital Civil, debería extenderse mínimo hasta La Rosaleda", agrega. Un año después de su puesta en servicio, los malagueños conciben el Metro como un elemento importante para el progreso de la ciudad. Y aunque necesite mejorar, como un paso necesario si la capital de la Costa del Sol quiere codearse con las urbes más importantes de España.