Mantener sin licencia durante cuatro meses un gigantesco andamio anclado a la fachada de un edificio obviando en hasta dos ocasiones las órdenes por parte de la Gerencia de Urbanismo sale realmente barato. Los reiterados incumplimientos protagonizados meses atrás por la propiedad de La Equitativa apenas le va a suponer la imposición de una sanción que puede ascender a unos 1.900 euros. Así lo confirmó a este periódico el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, tras firmar la multa correspondiente a un expediente que se remonta a finales del año pasado. Casi un año ha tardado el ente municipal en culminar la infracción ocurrida en una de las construcciones más simbólicas de la ciudad.

El edil del PP expuso que se trata de la culminación del informe elaborado por los técnicos de Urbanismo en abril de 2015, "porque pusieron el andamio sin permiso, con ocupación de vía pública". Llegados a este punto, la propiedad tiene la posibilidad de presentar alegaciones, que serán analizadas por parte del organismo municipal. Según Pomares, el sancionador supera los 3.000, si bien la ley marca ciertas rebajas porque el denunciado restableció la realidad alterada. Frente a esa suma, cabe recordar los cerca de 100.000 euros que pudo haber ingresado la propiedad por ceder la explotación del andamio para la instalación de publicidad.

No fue hasta el 18 de marzo de este mismo año cuando los propietarios de La Equitativa iniciaron el desmontaje del andamio, inicialmente instalado para la rehabilitación de las fachadas del edificio. Sin embargo, la licencia otorgada por Urbanismo para el mantenimiento de esta estructura venció el 25 de noviembre de 2014. Es decir, que durante casi cuatro meses los dueños de la construcción dejaron en pie el andamio aún careciendo de los permisos necesarios.

En ese mismo intervalo de tiempo, se produjeron hasta dos resoluciones por parte del concejal de Ordenación del Territorio para que se acelerase su desmontaje. El primero de los expedientes incoado por el organismo municipal tuvo lugar el 24 de febrero; el segundo, a mediados de marzo. En ambos, Urbanismo advertía a los propietarios de la necesidad de proceder a la retirada de la estructura en un plazo de catorce días, alertando además de la posibilidad de ejecutar sanciones económicas.

La primera de las resoluciones daba a los afectados un plazo de diez días para presentar alegaciones. Observaciones que, según precisaron fuentes municipales, fueron rechazadas por Urbanismo. Ello dio pie a la firma de un segundo expediente en los mismos términos y fijando otras dos semanas para la retirada de la estructura. Los efectos de esta última demanda fueron los que se dejaron ver en el edificio.

La entrada de este asunto a su casi punto y final pone en entredicho la actuación de Urbanismo en este caso. Cabe recordar que Pomares informó en la Comisión Municipal de Ordenación del Territorio de diciembre de 2014 de que se habían abierto sendos expedientes sancionadores. Sin embargo, la realidad es que, según se desprende de lo ocurrido, sólo se ha tramitado uno, correspondiente con al andamiaje.

El otro expediente sancionador al que aludió el concejal estaba relacionado con el posible incumplimiento de la licencia de obras que le fue autorizada a la propiedad del edificio para que acometiesen las actuaciones ordenadas en 2012 por el propio Ayuntamiento ante el informe desfavorable de la Inspección Técnica de Edificios (ITE). La propiedad tardó casi dos años en presentar el proyecto para cumplir con lo demandado. En la tramitación, de finales de 2013, se pidió licencia de obra y para la instalación del andamio.

No obstante, según los datos aportados hace un año por Pomares, durante el desarrollo de los trabajos de rehabilitación de La Equitativa los técnicos de Urbanismo observaron que "no estaban siendo todo lo ágiles que cabía esperar y que se podían estar haciendo más obras de lo ordenado". A mediados de 2014, la propiedad planteó la posibilidad de prorrogar la efectividad de la licencia hasta febrero de 2015, petición rechazada por el ente municipal. Preguntado por esta cuestión, el concejal de Ordenación del Territorio se limitó a indicar que el único expediente sancionador que le habían remitido para su firma era el relacionado con el andamio.