Coac Málaga 2016

El sentimiento también es Carnaval

  • El homenaje a Kike Pedrosa en la despedida de su murga, la presencia del terremoto de la madrugada del pasado lunes en las letras y nivel de comparsas como La Bruja. Hoy se celebra la última preliminar del COAC.

El sentimiento que crea el Carnaval supera con creces, en ocasiones, al propio concurso. La segunda semifinal fue la que afloró las primeras lágrimas colectivas, cuando la murga Los mercenarios homenajeaba a su director, Kike Pedrosa, que tras 13 años ponía fin a su tiempo sobre la escena. Sus compañeros quisieron dedicarle la letra del segundo pasodoble por sorpresa, reuniendo en el escenario a otros amigos disfrazados de actuaciones de ayer y hoy y consiguiendo que el público se levante para aplaudir. Eso es lo que hace especial el Carnaval.

La noche del lunes tuvo su dosis de terremoto. Tras el temblor de la madrugada anterior, el ingenio tuvo efecto en las murgas y comparsas, que incluyeron en sus repertorios menciones y cuplés con los que rememorar un asunto que, dado el carácter anecdótico, tornó en cómico. Los pequeños vampiritos de la murga infantil No me pongas los dientes largos fueron los encargados de iniciar la noche con una alta dosis de cariño, pues ellos vienen a morder, pero de broma.

La escena tornó en olor a incienso para la llegada de Este cuarteto es un misterio, que presentaba a cuatro personajes secundarios de un trono. Cambiaron con acierto la parodia inicial. En su intervención llegaron, con respeto, menciones a santos y hermandades de Málaga. Abrieron la veda con la mención al terremoto al subirse al trono. Su tema libre fue entretenido, resaltando algunos tópicos muy aptos para cofrades. Actuación divertida y lograda que les ubica en los puestos de salida en la gran final.

La primera comparsa de la noche fue La entrega, unos premios Oscar pero a la malagueña. El coro de voces en la presentación fue arriesgado pero estuvo afinado. Sus pasodobles fueron complejos. La complicación tuvo su recompensa, sobre todo al recordar a aquellos clásicos del COAC que en esta edición no participaban y dejaban huérfano el Carnaval. En el popurrí llegó el turno de la entrega de premios, otorgados a las personas que se desviven para salir adelante.

Desde Rute, previo al descanso, llegó el turno de Los hipstanos. La murga de gitanos hípster, vintages y calés, dedicaron sus pasodobles a temas sociales, desde el Alzheimer a la ruptura de las fronteras entre religiones y razas. Algo menos acertados estuvieron los cuplés, pero se resarcieron con un popurrí que fue creciendo a sones muy flamencos.

La noche deparaba en la actuación de La bruja uno de los momentos más esperados. La comparsa de David Santiago comenzó por todo lo alto dedicando sus letras a su enamorada, el Carnaval. Voces y letras fueron la delicia de los presentes. Pasodobles ácidos y cuplés opuestos, cita incluida a su encuentro con la Virgen del Rocío en su coronación. Muy recomendable: háganse con la letra para leerla despacio y disfrutarla, se hace imprescindible.

Cinturón marengo, pañuelo de lunares, traje de luces... Andalucía. La estética de superhéroes de la comparsa F28, unidos al forillo de ocho provincias, fue el final de una noche completa y reñida. Los almerienses hicieron un esfuerzo para poder obtener una de las plazas finalistas. Su popurrí destacó en el sentimiento y recuerdo de lo que son, andaluces de pura cepa. Merecieron algo más. El viernes veremos el reflejo de su actuación.

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