Desde el Cervantes

La guitarra del animal

  • Primera semifinal del Coac Málaga 2016.

Las manos de Shinobi patinaban sus dedos a la velocidad del viento por las cuerdas de su guitarra. El Carnaval , como Lorca cantó a la poesía, no necesita adeptos, sino amantes. Los instantes en que aquella guitarra se erigió en amante del Carnaval son de los que despiertan borbotones en la sangre. Aquel sonido, enrevesado y endiabladamente sencillo, condensó una primera noche de semifinales en la que hubo altibajos, pero en la que no faltó el pellizco, el vello de punta. Así ocurrió en el ocaso de la sesión, cuando Félix Godoy cantó con su murga de Torremolinos al juego limpio entre carnavaleros, lanzando un dardo certero al veneno entre compañeros. "Humor, humor", Godoy. Y "pasodoblón, pasodoblón" que regalaste.

Quién atrapase el tiempo. De tiempo no vamos sobrados. La felicidad se vivencia con mayor celeridad; es un hecho constatado. El único defecto del Carnaval es que entre llanto y risa se esfuman los compases y los días. Como la hermosísima melodía que acuna el final del popurrí de la comparsa del Arroyo. La noche del domingo nos regaló una de esas letras que uno se lleva a la cama para masticarla en el duermevela. La comparsa del Arroyo de la Miel, combativa y pasional, habló del tiempo. Del monstruo del tiempo. De lo indomable del tiempo. Bendito seas, Carnaval . Aunque te excluyan del dichoso vídeo promocional de nuestra ciudad, hecho que recibió su crítica contundente. Por cierto, hablando de nuestra ciudad y de quererla -de quererla bien-. La cordobesa murga de San Lorenzo quiere a nuestra ciudad. En su DNI no figura el nombre de pila del Paraíso, pero defendieron en un cuplé a la Cónsula con uñas y dientes como si en ella les fuese la vida. Málaga, que suerte tienes de tener hijos que te quieran aunque no se hayan criado en tus brazos. 

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