La espectación generada en torno a la final del Concurso Oficial de Agrupaciones de Canto fue mayúscula a pesar de las ausencias que esta temporada hacían presagiar un nivel menor. Nada más lejos de la realidad. Las doce agrupaciones que concursaron en la noche del viernes sobre las tablas del Teatro Cervantes demostraron que hay escuela y futuro en Málaga y su provincia para que el Carnaval siga vivo en un año de record.

De las 54 agrupaciones que incialmente participaron, 12 estuvieron en la Gran Gala Final. Como homenaje a sus 25 años de historia, la murga infantil de Paqui Prieto inauguró la ronda de actuaciones, dejando los primeros instantes de emoción y lágrimas entre los presentes, pues antiguos componentes y los más pequeños cantaron a su directora en el escenario.

El concurso se desarrolló con normalidad, alternando los tres palos carnavalescos en tres turnos, para no hacer demasiado larga la noche. El público estuvo entregado con las agrupaciones y aguantó hasta el fallo, que se produjo al filo de las seis de la mañana. Afortunadamente para muchos, la lluvia intensa que dio juego para algunos golpes en las actuaciones había finalizado.

La noche tuvo tres vencedores que, hasta el momento en que se anunciaron los puestos, mantuvieron en vilo algunas de las apuestas por el primer puesto. La comparsa La bruja, de David Santiago, se alzó con el premio gracias al trabajo desarrollado a lo largo de todo el Concurso. Pedro Vera consiguió que público y jurado llegasen a la carcajada con su historia familiar e hijos a cuestas. La gran sorpresa de la noche, y destacada entre quienes más saben de la materia, fue Este cuarteto es un misterio, que modificó escenografía, parodia y tema libre para dejar una actuación redonda que les hizo olvidar el despiste de tiempo en semifinales.

El público, por primera vez en muchos años, pudo estar presente en el fallo del jurado demostrando deportividad y compañerismo que crea el Carnaval.