El cuarteto de Los ex novios de la muerte lo pedía en la final del Concurso de Agrupaciones y sus sueños se hicieron realidad. La única batalla que se ha vivido en la ciudad durante las fiestas del Carnaval llegó a través de los kilos de confeti que rememoraron a la tradicional batalla de las flores, cuya tradición se remonta al siglo XIX, y dejó calle Larios llena de un suelo colorido en los últimos compases de la fiesta.

A las 20:00 se inició, a lo largo de la alfombra verde y morada que se instaló entre la plaza de la Constitución y el epicentro de la vía un acto del que formaron parte todas las agrupaciones que participaron en el COAC así cuantas asociaciones quisieron participar, independientemente del concurso. A lo largo del recorrido, la Fundación del Carnaval había distribuido centenares de bolsas con papelillos y pétalos de flores para hacer desaparecer, en cuestión de minutos, cualquier rastro de moqueta.

A la señal de la música, el estallido de júbilo. Daba igual la edad, la estatura, el estado de ánimo y la ropa. Todo se convirtió en un amalgama de colores que, a través de los lunares, inundaron a más de uno de cabeza a pies.

El objetivo era muy sencillo: había que cubrir de alegría y confeti a toda aquella persona que se preciase, sin importar que fuese conocido o no. La batalla había comenzado y nadie podía salir indemne. Lo más importante no era llenar de papelillos, sino sacar alguna que otra sonrisa.

Y en medio de todo, el espíritu de hermandad que la fiesta crea. Desde las murgas infantiles hasta un grupo de 'rastafaris' jubilados, todos participaban de una fiesta en la que no importaba el disfraz, que sumaba en esta conmemoración. Desde la compleja vestimenta de los Dioses hasta unos simples coloretes rojos, todo valía para dejarse imbuir.

De nuevo se producían guerras entre corsarias y cuñados, espeteros y nubecitas o grupos escultóricos y merceros. Su espíritu era el mismo, hacer grande el Carnaval. Y lo consiguieron, con una organización controlada y resolutiva. Con el cariño que han puesto desde el avance en las previas por los barrios hasta ayer mismo.

El día también dejó espacio para todos. Por la mañana fue el momento de recordar las actuaciones de las murgas infantiles en la plaza de la Constitución, así como del pregón infantil. Tras la Batalla de las Flores, era el momento de elegir al Drag Queen del Carnaval 2016. Para ello, la misma plaza recibió a cuanto público se acercó con las canciones del verano y las actuaciones de aquellas personas que quisieron optar a conseguir este título. Sus disfraces también fueron dignos de elogio en un Carnaval que sólo aspira a seguir superándose.

Hoy, en el Domingo de Piñata, llega el momento de decir adiós. A las 13:00 se iniciará la 'gran boqueroná', con el reparto de cartuchos de pescado frito en la plaza de la Constitución. Allí esperará el boquerón para ser enterrado en las playas de la Malagueta entre el fuego purificador.

El cortejo de plañideras junto con la carroza partirá a las 16:00 desde calle Larios para iniciar su discurrir por plaza de la Marina, Palmeral de las Sorpresas, Muelle Uno y el entorno de la Malagueta. En torno a las 18:30, poco antes de la puesta de sol, se producirá la quema del monumento, para poner fin a una fiesta que apenas ha dejado saborear el febrero entre su piel. Hoy se cumple el final de la fiesta, pero la Fundación del Carnaval invita a sumarse a todos los malagueños. Despedir la fiesta bien merece una escapada.