Infraestructuras

El 80% de los vecinos de la zona respalda el tranvía al Civil

  • La Junta presenta una encuesta con la que contrarrestar la supuesta visión negativa de los residentes. Apenas un 5% dice que lo usará de manera cotidiana.

La Junta de Andalucía refuerza su apuesta por prolongar el Metro de Málaga en superficie hasta el Hospital Civil. Frente a las tesis de oposición manejadas por el alcalde, Francisco de la Torre, que se ampara en el supuesto veto de los residentes del entorno directo de la traza del tranvía, la Consejería de Fomento cuenta con una encuesta que sitúa en cerca del 79% los vecinos afectados por la propuesta de trazado que opina de manera favorable al proyecto, porcentaje que se reduce hasta el 71% cuando se le pregunta sobre si está o no de acuerdo con la ampliación a la zona norte. Los datos bajan al 65,6% y al 53,6% cuando se amplía la pregunta al resto de la ciudad.

Este aval contrasta con el escaso uso que, aseguran los encuestados (ya sean de los barrios más próximos al trazado o del resto de la ciudad), harán del tramo de prolongación del ferrocarril urbano. En el caso de los residentes de Bailén-Miraflores, no llegan al 5% aquellos que se subirán al tranvía todos los días o los días laborables, destacando un 33,9% que lo hará "sólo en ocasiones especiales". Las dudas son aún mayores en el resto de malagueños, entre los que hay un 56,5% que dice que se subirá a los trenes en ocasiones especiales y otro 30,8% que lo hará días sueltos.

El trabajo demoscópico, realizado por la empresa Instituto de Investigación, Marketing y Comunicación, es producto de una labor de campo realizada entre el 7 y el 13 de marzo pasado, con una muestra de 627 entrevistas personales, de las cuales 400 fueron realizadas en el conjunto de la ciudad y 227 de manera más acotada en los distritos incluidos en la zona de ampliación (Cruz de Humilladero y Bailén-Miraflores).

Estos datos desmontan la posible existencia de un rechazo generalizado a la propuesta acordada y pactada entre el Ayuntamiento y la Junta, la concesionaria de suburbano y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) a finales de 2013, que incluye, como elemento protagonista, la llegada de los trenes a ras de calle por las calle Eugenio Gross y Blas de Lezo.

El convencimiento sobre la extensión del recorrido es compartido más allá de las fronteras de los distritos más próximos a la futura infraestructura. En este sentido, el 65,6% de los vecinos del resto de la ciudad preguntados considera como muy positiva, bastante positiva o algo positiva esta intervención, mientras que hay un 53,6% que dice estar conforme (en sus diversas graduaciones) con la misma. Porcentajes, en ambos casos, inferiores incluso a los expresados por los residentes más cercanos al proyecto.

Otro de los aspectos sobre los que se pregunta a los encuestados es sobre los motivos a favor y en contra de esta ampliación. En el primero de los casos, los residentes del entorno directo la valoran por ser rápido (17,6%), útil y necesaria (16,3%) y porque descongestiona el tráfico (11,9%). Dentro de este segmento, los responsables del sondeo destacan que apenas un 4,4% de los vecinos que se posiciona a favor "reclaman que sea soterrado". El parámetro principal en el caso del resto de preguntados es el de su utilidad y necesidad, con un 20%. En el caso de aquellos que no están de acuerdo con la ampliación del Metro hasta el Civil, hay un 5,7% de residentes del entorno que no lo considera necesario, porcentaje que se eleva hasta el 11,2% en el caso de los encuestados del resto de la ciudad.

El sondeo realizado por encargo de la Junta ofrece, no obstante, matices contradictorios en el conjunto de las respuestas de los participantes entrevistados. En este sentido, llama la atención que el 62,4% de los vecinos de la zona afectada por el trazado, que se iniciaría a la altura de El Corte Inglés y finalizaría en Blas de Lezo, asegure estar informado sobre el proyecto (el 33,6% dice estar algo informado), a pesar de lo cual ignora con precisión cómo se ejecutaría la obra y las calles por las que pasaría y la ubicación de las paradas.

En este sentido, el 49,4% de los encuestados de la zona de ampliación admite no saber si el trazado se hará en túnel, en superficie o mediante una fórmula mixta. El siguiente porcentaje corresponde, con el 26,4% a aquellos que creen que se hará en superficie (sólo un 5,3% cree que se hará en túnel). En el caso de los encuestados de otros puntos de la urbe, el porcentaje de quienes saben que se hará en superficie crece hasta el 43,8%.

A estos detalles se suma el que haya un 63% de a muestra de la zona de ampliación que dice no conocer ninguna de las paradas, calles o barrios por los que pasará la prolongación del ferrocarril urbano, porcentaje que disminuye al 44,8% en el caso del resto de la ciudad. Únicamente se observa cierta notoriedad en el caso de las estaciones contempladas junto al Corte Inglés, origen del trazado, y en la trasera del Civil, como final del mismo.

A diferencia de lo que pudiera pensarse, la mayoría de preguntados tiene la percepción de que el desarrollo de las obras va a tener un efecto escaso sobre su vida cotidiana. Tanto en el caso de la muestra de los distritos más cercanos como del resto de la ciudad los dos principales efectos son el espacio disponible para aparcar en zonas próximas a las obras y los problemas para acudir a los comercios habituales. No obstante, los valores son poco preocupantes.

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