"No queremos el lastimeo, Queremos que sean personas productivas y si son válidas, que las contraten". El presidente de la Asociación Down Málaga, Francisco Muñoz, es claro y rotundo cuando explica una de las metas de su organización: lograr la inserción laboral de las personas con este síndrome. El reto no es fácil porque en un mercado laboral con altos niveles de paro, el desempleo entre las personas con Down triplica al del resto.

De cara a conseguir la inclusión también en este apartado, la asociación organizó ayer el I Encuentro Down Málaga y Empresarios Malagueños. A la jornada fueron invitados representantes de empresas en las que ya trabajan personas con este síndrome para que dieran testimonio de su integración. "Convocamos a empresarios para que sepan que son capaces, para que los conozcan y los contraten", apuntó Muñoz.

La asociación cuenta con un Servicio de Formación e Inclusión Laboral que apoya a jóvenes y adultos desempleados que han completado su educación y quieren buscar un empleo. En primer lugar, un equipo de formadores prepara de forma genérica a los aspirantes para que tengan destrezas laborales y habilidades sociales para desenvolverse en el mercado de trabajo. En segundo término, los profesionales buscan empleos que puedan encajar con esta discapacidad intelectual. Luego, forman de manera específica a cada candidato para el puesto concreto que vaya a ocupar y le hacen un acompañamiento, del que poco a poco se van retirando. Los formadores realizan de forma periódica también un seguimiento de los trabajadores. En estos casos, los empleados reciben un salario.

Pero además, la asociación tiene una iniciativa de prácticas formativas no remuneradas con la que pretende por un lado capacitar a los jóvenes y, por otro, buscar posibles salidas laborales a partir de una primera experiencia no retribuida. Muñoz reclamó ayer una mayor apuesta por la contratación de las personas con discapacidad intelectual, tanto de las empresas privadas como de las administraciones. En los organismos públicos, la reserva de plazas para este colectivo es del 2%. Pero según el presidente, no siempre se cumple. "Hay cantidad de servicios que pueden hacer las personas con síndrome de Down y no se apuesta por ellas. No pedimos que sean funcionarios, pero se les pueden hacer contratos laborales y que tengan trabajo como cualquier persona. Se puede hacer más, pero hay que tener voluntad. Las administraciones siempre nos dan largas. La apuesta por estas personas no es la que debería ser y es producto del desconocimiento", argumentó Muñoz.

Entre pensiones no contributivas, ayudas de la Ley de Dependencia u otras ayudas, las personas con síndrome de Down pueden llegar a ingresar unos 400 euros mensuales. La búsqueda de una salida laboral apunta a la normalización de estas personas y a que tengan un ingreso similar al de los demás. Muñoz denunció además otro problema del colectivo. Debido a que los recortes de las subvenciones de las distintas administraciones debido a la crisis rozan el 80%, ahora las familias tienen que hacer un mayor esfuerzo económico para mantener los servicios de la asociación entre los que se cuentan logopedia, refuerzo escolar y formación para la inserción laboral. Con esta realidad, está claro que se han hecho avances en la integración, pero que queda mucho camino por andar.