Movilidad

Los fondos internacionales se reparten el pastel del Metro

  • La firma australiana Macquaire compra a FCC su 10% en la sociedad Metro Málaga y, acto seguido, impulsa la venta de un 24% de sus acciones a al segundo banco de Francia, Natixis.

El Metro de Málaga se ha convertido en la novia con la que todos parecen querer bailar. Las ventajosas condiciones que fija el contrato de concesión con la Junta de Andalucía, vigente hasta el año 2042, garantizando una tasa interna de retorno (TIR) del 10,3%, siguen atrayendo a grupos internacionales interesados en participar activamente en el proyecto. Los últimos movimientos tienen nuevamente al fondo de inversión australiano Macquaire como principal protagonista.

De un lado, según confirmaron ayer fuentes próximas al suburbano, por hacerse, junto a InfraVía, con el 10% del capital social hasta ahora en manos de FCC, que habría recibido del orden de 30 millones de euros. Esta suma es casi el doble del valor que el citado paquete tiene de acuerdo con el actual capital social de la empresa, que alcanza los 136 millones de euros.

Pero a este incremento de la participación le ha seguido de manera directa una segunda maniobra empresarial. Según informó ayer Efe, que citaba fuentes próximas a la operación, Macquaire, ya en solitario, habría vendido el 24% de sus acciones en el suburbano a Mirova, un fondo gestionado por el banco francés Natixis, el segundo en tamaño del país galo. De confirmarse este extremo, del que por el momento ni la Junta de Andalucía ni el consejo de administración de Metro Málaga tienen conocimiento oficial, Macquaire se quedaría sin participación alguna en esta infraestructura.

Esta agitación viene a confirmar el valor cualitativo que parece tener el Metro ante potenciales inversores. De acuerdo con los datos publicados ayer mismo por el periódico Expansión, el fondo australiano se hizo con el 10% del capital social de la concesionaria, hasta ese momento en manos de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Con ello, el Metro de Málaga se ve afectado por la política marcada por la constructora desde la llegada del empresario mejicano Carlos Slim, que apuesta por la desinversión en las concesiones en materia de infraestructuras y transportes.

La salida de FCC tiene un valor simbólico, dado que fue ella la que lideró el consorcio empresarial que en el año 2004 se hizo con la adjudicación del contrato para la construcción y explotación del ferrocarril urbano malagueño. Doce años después pierde cualquier vínculo con la iniciativa.

Fuentes de la Junta de Andalucía confirmaron la existencia de esta operación y que la misma ha cumplido todos los trámites reglamentados, caso de la puesta en conocimiento de la misma de la Administración regional ante la posibilidad de que el porcentaje acumulado supusiese el control accionarial de la empresa, lo que no ocurre, al estar por debajo del 50%. Al tiempo, la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía ya renunció al derecho de tanteo debido a las restricciones presupuestarias que siguen afectando a las arcas autonómicas.

De lo que por el momento no tiene conocimiento oficial la Consejería de Fomento, según las fuentes consultadas, es de la segunda pieza del movimiento de compraventa, que implica Macquaire en solitario (no a InfraVía) y al segundo banco de Francia. Al respecto, las fuentes admitieron tener conocimiento extraoficial, en el sentido del interés del fondo australiano por desprenderse del 24% de sus acciones, que pasarían a ser adquiridas por la entidad financiera gala.

En caso de confirmarse esta última operación, el capital de origen francés tendrá un papel preferente en la concesionaria del ferrocarril urbano, con cerca del 49%. De un lado, InfraVía se mantendría como el primer accionista, con cerca del 25%, mientras que aparecería en escena Natixis con otro 24%. A estas dos firmas hay que añadir el 15% de Globalvía, controlada por otros tres fondos internacionales: USS, OPTrust y PGGM. El resto de la sociedad quedaría en manos de la Junta, con el 23,7%; Comsa, con un 10,5% Macquarie, que mantendría una participación mínima, del 5,7%, y Vera, con un 1,07%.

Esta fotografía accionarial es radicalmente distinta a la originaria del proyecto. De todos los actores, apenas se mantienen la Agencia de Obra Pública de Andalucía y Comsa. En apenas unos meses, han desaparecido de la nómina de accionistas Sando (8,57%), Azvi (11,96%) y Cajamar (18,86%). El 39,4% que sumaban estas tres firmas fue justamente el que adquirió el consorcio conformado por Macquaire e InfraVía a finales del pasado año. Aquella operación se cerró tras el pago de unos 108 millones de euros.

El Metro realiza los trabajos previos al derribo del puente

Los operarios del Metro de Málaga acaban de arrancar los trabajos previos a la demolición del tablero norte del puente de Tetuán. En concreto, según fuentes conocedoras del proyecto, explicaron que se trata de las tareas de revisión de la cimentación del paso elevado. El lado norte del mismo, que une la Avenida de Andalucía y la Alameda Principal, ha de ser derribado en el marco de los trabajos de construcción del túnel en su aproximación hacia el lado norte de la Alameda. Una vez concluida la ejecución del paso soterrado será repuesto a su estado original. La tarea se ha visto demorada en el tiempo, dado que la Consejería de Fomento esperaba que la misma tuviese lugar a lo largo del mes de marzo. Sin embargo, antes de afrontar esta actuación ha sido necesario desviar los servicios afectados de Telefónica, Endesa y compañías de comunicaciones. Tras la espera se acaba la cuenta atrás para ver uno de los hitos de la obra del Metro al centro.

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