El Servicio Andaluz de Empleo aún no dice nada. Parece que mañana viernes podría abrirse el plazo de solicitudes para que los aspirantes a entrar en las Escuelas de Hostelería de Málaga y Benalmádena puedan entregar su documentación e iniciar el proceso. Pero no hay confirmación oficial. Lo que sí se sabe ya es que este procedimiento se esperaba a principios de junio y ya acumula un mes de retraso. En otros centros de formación hostelera ya abrieron en mayo el periodo de solicitud por lo que las plantillas de ambos centros temen que esta dilación afecte a los futuros alumnos. Esto conllevará también que la matriculación se haga más tarde y pone en duda que la formación pueda comenzar el 5 de septiembre, fecha que se ha barajado como inicio de curso en los programas realizados por el jefe de estudios de los centros y las directoras territoriales del SAE.

"Todas las escuelas similares han empezado a mediados de mayo o principios de junio el proceso, así que el retraso dificulta el acceso, los que quieran entrar no van a estar esperando eternamente", consideraron desde las escuelas. Los centros de Archidona y Benahavís, a parte de institutos como Jacaranda y La Rosaleda están cerrando sus listados. "Otros años en estas fechas estábamos en proceso de selección, ya vamos fuera de calendario", agregaron los trabajadores y señalaron que "a finales de julio siempre se tienen hechas las matrículas, si el plazo se sigue alargando se tendrán que hacer en septiembre".

Desde hace semanas llevan diciendo los responsables de Empleo que se va a abrir el plazo en breve pero ese momento no llega y este extremo es lo que mantiene preocupadas a las plantillas, deseosas de alcanzar una normalidad que aún no tienen a pesar de llevar integrados en el SAE desde febrero, en el caso de La Cónsula, y desde marzo La Fonda. "Esto hace que se retrase todo el proceso de selección, hay que recoger solicitudes, realizar el test psicotécnico y la matriculación y en agosto están las dos escuelas cerradas", indican los trabajadores. Igualmente señalan que aún no se sabe "si se va a seleccionar al alumnado con el mismo criterio o no".

Mientras tanto, los estudiantes han seguido con su formación y en estos días los alumnos de segundo curso de sala y cocina de La Cónsula "se encuentran en un 100% con contrato de trabajo". Cuando finalicen dicho contrato recibirán su titulación. Los de primer curso de la escuela ubicada en Churriana aún continuarán hasta mitad de julio y se incorporarán después a las prácticas. En el caso de La Fonda "los estudiantes tendrían que comenzar sus prácticas el 1 de julio y estamos esperando que el SAE firme sus convenios", dicen desde el centro.

Los proyectos formativos del nuevo curso se han creado en función de los certificados de profesionalidad y los docentes aseguran que los contenidos se ordenarán según los criterios que marquen estos certificados europeos pero la materia que se impartirá será "más o menos la misma". También confían en que para septiembre puedan tener los restaurantes abiertos tal y como lo garantizaron desde la Consejería de Empleo en una reunión celebrada en Sevilla. Sin estos espacios abiertos, entornos reales de trabajo con clientes y situaciones del día a día que les ayudan a prepararse, la seña de identidad de esta formación de calidad de diluye.

"Nos dicen que están trabajando y que el año que viene será mucho más fácil, pero no entendemos por qué se retrasa todo tanto", dicen desde estas escuelas. "Todo va en detrimento de lo que se pretendía hacer que es recuperar la normalidad, todo es muy lento, a este ritmo no podemos ir", agregan. Tampoco se ha convocado el plazo de solicitud de ingreso en el resto de consorcios andaluces, que llevan más de un año sin actividad. Y eso, que desde noviembre forman parte del Servicio Andaluz de Empleo. La Cónsula, el curso pasado, y este también La Fonda han sido los únicos que han podido mantener la formación de alumnos a pesar de todo.