Menos contratos, menos profesionales, menos asistencia. Los recortes hacen mella en la atención sanitaria. Así lo denuncian los trabajadores del SAS que han advertido que la jubilación no sustituida de una enfermera provoca que en vez de romperse piedras del riñón a los pacientes los cinco días hábiles de la semana, desde mayo ese tratamiento sólo se hace tres días. Los otros dos, la consulta de litotricia -como se llama la técnica- está cerrada.

Antes había dos enfermeras en ese área, situada en el Hospital Civil. Hace tres meses se jubiló una de ellas. Entonces empezaron a acumularse los pacientes porque en vez de tratar a unos 35 semanas, la única enfermera que quedaba sólo podía atender a poco más de 20. El Sindicato de Enfermería (Saste) denunció la situación a comienzos de mayo y el hospital contrató a una enfermera. Pero tras unos días, renunció. Su contrato eran siete jornadas sueltas al mes. Otra vez, el puesto de trabajo volvió a quedarse descubierto. De modo que la consulta de litotricia sigue funcionando solamente tres días hábiles a la semana y no cinco como antes de que se jubilara la enfermera.

El hospital dice que la situación se debe al verano y que se normalizará una vez que acaben las vacaciones estivales. Trabajadores consultados achacan la merma asistencial a "un recorte puro y duro". Algunos pacientes con cálculos renales tienen más dolor que otros. Así que los enfermos deben priorizarse en función de su gravedad. Los trabajadores apuntan que, con una enfermera en lugar de dos, necesariamente las listas de espera se engrosan ya que la actividad asistencial ha bajado en torno a un tercio debido a su no sustitución.

La técnica no está incluida dentro de los decretos de garantía de topes máximos de espera del SAS que sí existen para operaciones, pruebas diagnósticas o consultas externas.