Los 16 años transcurridos desde que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, tomó el relevo de Celia Villalobos al frente del Consistorio, la ciudad ha visto como el principal grupo de la oposición, el PSOE, designaba a al menos siete representantes. Francisco Oliva, Marisa Bustinduy, Enrique Salvo, Inmaculada Pérez de Guzmán, Rafael Fuentes, Begoña Medina y María Gámez, nombres a los que habrá que sumar a partir de septiembre el de María del Carmen Moreno, ya propuesta oficialmente por la dirección provincial del partido para ocupar el puesto que quedará vacante.

La secuencia de dirigentes al frente de las riendas del grupo municipal constata no solo la solidez política de De la Torre, que mantiene la vara de mando a pesar de haber perdido la mayoría absoluta, sino también la ausencia de un liderazgo claro por parte de la formación socialista. Se da la circunstancia de que todos los portavoces mencionados, por una u otras circunstancias, abandonaron sus responsabilidades antes de finalizar en su totalidad el compromiso asumido.

Gámez dimite ahora como antes lo hicieron todos y cada uno de sus antecesores. Oliva tomó la puerta de salida apenas días después de perder las primarias en las que fue designada Marisa Bustinduy candidata socialista a las municipales de 2003. La entonces cabeza de cartel no impidió una nueva mayoría absoluta del PP ni tampoco lo consiguió en 2007, donde repitió en el reto. Tras este segundo varapalo y después de ser elegida parlamentaria andaluza cuando Bustinduy oficializó su marcha del Ayuntamiento. Lo hizo en marzo de 2008, meses antes de que se cumpliese un año desde los comicios locales.

El relevo fue el natural. Enrique Salvo, entonces portavoz adjunto, asumió las tareas de mando. ¿Hasta cuándo? Su papel fue de apenas un par de semanas, ya que el 2 de abril de ese mismo año abandonó la plaza municipal para viajar a Madrid en calidad de jefe de Gabinete de la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

En el mandato de 2007-2011, el grupo socialista acabó teniendo hasta cinco portavoces, tras las renuncias de Bustinduy; Salvo; Inmaculada Pérez de Guzmán, nombrada durante apenas unas horas, que dio paso a su abandono del Consistorio, y Rafael Fuentes. Éste dimitió también del cargo en diciembre de 2010, siendo repescado por la Junta como delegado de Hacienda y Administraciones Públicas.

Tras un pequeño periodo interino, con Begoña Medina como portavoz, el peso de la tarea municipal recayó sobre Gámez, por aquel entonces delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en la provincia. Ahora, como todos los que la antecedieron, Gámez también toma la puerta de salida. A Moreno le toca acabar el mandato. Se verá si lo hace.