Todavía es noche cerrada cuando los alumnos del primer turno del transporte escolar tienen que acudir a la plaza Sandro Botticelli, en Teatinos. Junto a la fuente de Los colores, a las 7:15, cogen el autobús que los sube al IES Nº 1 Universidad Laboral, a unos dos kilómetros de dicha parada. A esa hora, tardan escasos diez minutos en llegar al centro, por lo que tienen que esperar en un edificio sin vigilancia otros 50 a que empiecen las clases a las 8:15. Después de seis horas y media lectivas, acaban a las 14:45 pero ellos tienen que esperar al segundo turno para bajar a casa. Algunos llegan casi a las 16:00 aún sin comer. Los padres denuncian que tengan que permanecer casi dos horas más en el instituto, y sobrepasen así las ocho, y piden más autobuses para que la recogida se ajuste a la jornada escolar.

Las rutas de autobús hasta el IES Universidad Laboral fueron creadas en 2013 tras un compromiso alcanzado por la delegada de Educación, Patricia Alba, con las familias ante la falta de institutos en la zona. "El centro al que están adscritos colegios como los CEIP Almudena Grandes, Denis Belgrano y Rectora Adelaida de la Calle se encuentra a más de dos kilómetros en el mejor de los casos", explica la portavoz de la plataforma Prometo, Mar Villanueva. "Están muy alejados de los que continúan sus hermanos en Primaria, con un horario distinto, hay muchas dificultades de movilidad en la zona", agrega. Unos 400 alumnos son usuarios de este servicio gratuito de la Junta.

"Hace tres años se puso una parada en la avenida Gregorio Prieto, cerca de la Ciudad de la Justicia y este curso se ha incorporado una nueva parada en la plaza Sandro Boticcelli, el problema que vemos todos los comienzos de curso es que no hay suficientes autobuses como para que todos los alumnos lleguen al centro y salgan a la misma hora, que es lo que establece el artículo 11 del Decreto 289 de 2009 de transporte escolar en Andalucía", comenta Mar Villanueva. El año pasado mantuvieron una reunión con el gerente de la Agencia Pública Andaluza de Educación (Apae) y se solucionó el problema con un autobús más en la ruta. Ahora vuelven a quitarlo, de tal forma que los alumnos de 1º de Secundaria, de unos 12 años, son los que tienen la ida y vuelta más favorable. El resto son los primeros en levantarse y los últimos en regresar perjudicando así "sus hábitos saludables, ya que descansan menos y comen muy tarde", dicen las familias.

Los padres también denuncian que están en el centro sin vigilancia hasta el comienzo de las clases. "El conserje les abre el edificio pero como la Administración ha recortado hasta un 35% el presupuesto de gastos del centro han tenido que prescindir de la vigilancia", señala Villanueva. Si a la hora de salir tienen hueco en el primer autobús pueden coger dicho transporte y adelantar su vuelta. Pero esa incertidumbre también genera preocupación en los padres que esperan en la parada sin saber si sus hijos llegan en ese autobús o media hora después.