El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, abre la mano para poder desbloquear el proyecto urbanístico en los antiguos suelos de Repsol. Si bien insiste en su idea de mantener las cuatro torres ya previstas en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), en contra de las posiciones del resto de grupos municipales, incluido su socio de investidura, Ciudadanos, sí ofreció ayer la posibilidad de rebajar a la mitad el número de viviendas proyectadas. De este modo, aceptaría la opción de renunciar a unas 450 de las 932 viviendas previstas inicialmente, destinando esa edificabilidad a oficinas.

El planteamiento del regidor, que contradice la postura del concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, que incluso llegó a barajar la posibilidad de renunciar a una de las torres municipales, se sustenta en la idea de crear en este espacio "edificios competitivos en imagen y fuerza", en la línea de lo que ya existe en urbes como Londres, Madrid y Barcelona. A su juicio, con esta alteración de los usos edificables se permitiría además alcanzar una zona verde de 130.000 metros cuadrados. "Si hacemos desaparecer el aprovechamiento hay un perjuicio para la ciudad", expuso el alcalde.

La cuestión sobre Repsol volverá a ser objeto de debate hoy en el Pleno, toda vez que tres de los grupos de la oposición, Málaga para la Gente, Málaga Ahora y el PSOE, llevan mociones. La primera de ellas pide reprobar al equipo de gobierno del PP "por la opacidad con la que está actuando y por la ocultación de informes y actitud obstruccionista" respecto a la consulta sobre el citado espacio. El concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade, aclaró que el compromiso fue entregar los informes, incluido el del Interventor, a la mesa de trabajo creada y que será convocada próximamente.