Málaga

Casi la mitad de los impotentes lo son sólo por trastornos psicológicos

  • Esta patología la padece el 18% de la población masculina, aunque no todos necesitan medicamentos para superarla

La disfunción sexual eréctil, llamada también impotencia, es una patología que afecta al 18% de la población, pero en casi la mitad de los casos, el problema sólo obedece a trastornos psicológicos. Constituye la incapacidad de lograr o mantener una erección lo suficientemente rígida para el coito, la eyaculación o ambas. Para evitarla, expertos recomiendan seguir hábitos saludables. Para quien la padezca, dicen que lo ideal es tratarla con fármacos y terapias sexuales, aunque en ocasiones las medicinas se pueden evitar. Mucho está en la cabeza.

La capital malagueña acoge desde ayer unas jornadas estatales de sexología clínica, en este contexto, el director del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, Francisco Cabello Santamaría, ofreció una conferencia sobre la disfunción eréctil. Este experto (es sexólogo, médico y psicólogo) subrayó que el 35% de los casos de impotencia se deben a motivos orgánicos, el 45% a psicógenos y el resto a casos mixtos. Las causas psicológicas son las más frecuentes y variadas, debido a factores afectivos, de desarrollo, interpersonales, de conocimientos, ansiedad, miedo al fracaso, sentimientos de culpa, infidelidad, eyaculación precoz, inseguridad...

"Un individuo con disfunción eréctil trata de evitar siempre a su pareja, pero sin ocio no hay sexo. Para las personas que no tienen este problema, el sexo puede ser una actividad de ocio en sí mismo, igual que jugar al tenis. Las personas impotentes deben tratar de fomentar la convivencia con sus parejas", explicó Cabello. En este sentido, las terapias que se utilizan para combatir esta enfermedad van en esta línea, la ayuda psicológica. "Si a la cama en lugar de con morbo se va con miedo, la cosa no funciona. Es algo que le ocurre a hombres que funcionan bien cuando se masturban solos".

Generalmente la erección se inicia a través de un mecanismo psicológico, desencadenado por estímulos de muy diversa índole: visual, auditivo, olfatorio, imaginativo, explicó ayer el citado experto, dado que también puede producirse por un impulso involuntario. Aunque los problemas de erección pueden afectar incluso a personas adolescentes, es a partir de los 40 años cuando tiene una incidencia mayor. De hecho, entre los ancianos el motivo más común es la causa física, como una enfermedad, lesión, o efectos secundarios de medicamentos. No obstante, según cabello, la disfunción eréctil no es necesariamente una parte inevitable del proceso de envejecimiento.

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