COMO un jarro de agua fría ha sentado en el mundo empresarial, la comunidad científica, las universidades y un sinfín de entidades el anunciado recorte presupuestario del Gobierno de la nación en I+D+I consignado en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2010. El gasto que se presupuesta en este capítulo es de 7.946,11 millones de euros, un 3,1% menos que este año. Los créditos del presupuesto no financiero disminuyen hasta los 3.184,53 millones de euros, y los del presupuesto financiero a 4.761,58. En resumen, 257 millones de euros menos.

El malestar entre los empresarios y otros protagonistas sociales es grande porque tras la caída de los sectores productivos más relevantes, el presidente del Gobierno de la nación se comprometió a impulsar un nuevo modelo de crecimiento en el que la innovación y la investigación resultaban fundamentales. Pero no serán tan fundamentales para el Gobierno cuando se comprueba el recorte de los fondos destinados a estas políticas. ¿Sobre qué bases se asentará ese supuesto modelo de economía sostenible si no es sobre la innovación? Es claramente un paso atrás respecto a años anteriores. El pretendido ahorro del momento va a producir, si no se remedia, un coste muy alto en las perspectivas de futuro de España. Porque en otros países no se quedan a la zaga, como EEUU y Alemania, en los que se apuesta decididamente por la I+D+I. De aplicarse tan temeraria decisión, nuestras universidades descenderán en los puestos internacionales, muchos científicos españoles se marcharán a otros países -ya ha habido dimisiones, firmas de manifiestos... -, el número de patentes disminuirá, y un largo etcétera. No debe olvidarse, como se ha apuntado desde un organismo científico, que la inversión en investigación permite mantener las prestaciones sociales porque genera empleo. Sin embargo, el presupuesto dedicado a financiar la investigación en España no llega al 1% del PIB, mientras que hay países, como Suecia, que dedican el 3%. Debe tenerse en cuenta que el sector de las tecnologías genera el 7,1% del PIB. Las soluciones no pueden ser otras que las enmiendas de los grupos parlamentarios en los trámites en el Congreso y el Senado, y en estos diputados y senadores cabe depositar la confianza empresarial, en el bien entendido de que todos nos estamos jugando mucho. Sin ir más lejos, en la Universidad de Málaga (UMA) la decisión gubernamental de recortar los presupuestos de investigación afecta de lleno a los 270 grupos de investigadores en los que colaboran 2.400 personas. Las pérdidas de dinero público estimadas con estos Presupuestos es de 2 millones de euros el próximo año.

Energía

Inmosolar, el Congreso Internacional de la Energía Solar Fotovoltaica, se celebró los pasados días 8 y 9 de octubre en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. La primera jornada llevó por título La industria solar fotovoltaica: situación y perspectivas y la siguiente Instalaciones fotovoltaicas sobre techos industriales y comerciales. Esta última estuvo dedicada a los propietarios de cubiertas comerciales e industriales, constructores y promotores inmobiliarios y responsables de esta industria: fabricantes, proveedores, promotores, distribuidores e instaladores. La sesión fue moderada por Ana López Caparrós, presidenta de la Asociación de Polígonos y Parques Industriales y Comerciales de Málaga y Provincia (Apoma).

ANIVERSARIO

El grupo de restauración Da Bruno celebra este año su XV aniversario con la celebración de un ciclo de actos gastronómicos y culturales que tendrán lugar durante todo el mes de octubre y hasta el 22 de noviembre. Entre los actos programados destacan una exposición fotográfica sobre la historia de Marbella y el festival culinario, basado en la fusión de las cocinas italiana y española. El grupo Da Bruno cuenta en la actualidad con cinco restaurantes en la Costa del Sol, situados entre Cabopino y San Pedro, y emplea a más de 180 personas.