La Junta ha decidido que la Universidad de Málaga lidere en la región un gran proyecto de investigación que le permita ser el gran referente académico del turismo no sólo en Andalucía sino también en España. Y para ello, considera fundamental que la UMA consiga el próximo año la categoría de campus de excelencia internacional con una propuesta en la que el turismo se convierte, en solitario, en su pieza clave.

Aunque la UMA acaba de perder esa batalla -el programa malagueño ha quedado fuera de las 15 finalistas elegidas por el Ministerio de Educación- el consejero de Turismo, Luciano Alonso, considera que "hay que mirar hacia delante" y esperan convertirse, junto a la Consejería de Innovación, en "magníficos aliados de la universidad" para realizar un "proyecto imbatible" para el próximo año.

El diseño que el Gobierno dejó a las puertas apostaba por la especialización en la hortofruticultura y el turismo. Tras la decepción, en las últimas semanas se han producido movimientos en todos los ámbitos para reaccionar ante el nuevo escenario. Según fuentes de la Secretaría general de Universidades, la línea de investigación agroalimentaria está previsto que se integre en el proyecto que capitanea Córdoba junto a las universidades de Almería, Cádiz, Huelva y Jaén. El turismo queda como gran frente malagueño para obtener el certificado de excelencia internacional en 2010, que en esta ocasión llevará como aliadas a las dos consejerías.

Han pasado los tiempos en los que la gente podía empezar desde abajo para ir escalando hasta la dirección de un hotel, el perfil del cliente ha cambiado y se viven momentos en los que las nuevas tecnologías son fundamentales para el desarrollo de la profesión. Por ello, según sostienen desde la administración regional, la formación especializada debe ser clave. "Ya hay pocos directivos de cadenas importantes estadounidenses que no hayan pasado por la Universidad de Cornell, en Nueva York, y ser un referente como ese es a lo que debemos aspirar", sostiene Luciano Alonso, que considera la propuesta de la rectora "una decisión acertada y valiente a la que hay que valorar muy positivamente".

No obstante, el consejero estima que "se puede ampliar y fortalecer" con nuevos elementos. "Nos movemos en un mundo más competitivo en el que han aumentado los destinos, los turistas todavía no tanto y las empresas necesitan fortalecer esa dimensión de innovación". Pero al mismo tiempo, Málaga tiene otras bazas que pueden hacer un gran papel a su favor, como el Parque Tecnológico de Andalucía, que es "una experiencia extraordinaria de la que se puede sacar mucho provecho", dice el consejero, y el Andalucía Lab, que inicia su andadura en Marbella en la primera quincena de noviembre. A esto se le puede añadir el valor histórico del turismo en esta provincia. "Fuimos el germen de lo que se llamó el turismo de masas, que se instaló en Torremolinos. El 39% de la planta hotelera de la región está en Málaga y parecería razonable que esa experiencia también se pusiera al servicio de un campus universitario", resalta el consejero de Turismo de la Junta.

Una de las ventajas que podría aportar ser un campus de excelencia internacional es estar en conexión con los grandes centros de excelencia turística del mundo, subrayan desde la administración regional. "El turismo, que representa el 13% del PIB andaluz, tiene que jugar un papel clave y ahí una de las herramientas fundamentales debe ser la formación. Así se podrá abordar mucho mejor la nueva dimensión del turista del siglo XXI", sostiene Luciano Alonso. Los expertos advierten que el perfil del turista está cambiando y el empresario tiene que estar preparado para dar respuesta a las nuevas demandas. De hecho, este verano el 69% de los turistas que han venido a Andalucía han comprado sus billetes y han reservado su hotel a través de internet, según los últimos informes que maneja el sector.

Ya inmersos en un trabajo de futuro, Luciano Alonso destaca que el proyecto con el que quieren respaldar el trabajo de la UMA es multidisciplinar. "El consejero de Innovación sabe muy bien de los planes en los que estamos trabajando, los apoya y se compromete con ellos", añade. En esta consejería está también como secretario de universidades el malagueño Francisco Triguero.

Desde el Parador de Golf de Guadalmar, el consejero andaluz no hace caso alguno de cualquier atisbo de desánimo y se muestra optimista con el futuro de la Universidad de Málaga. "Estamos trabajando para conseguirlo en 2010, porque no queremos mirar atrás sino adelante", recalca, en respuesta a las declaraciones de la pasada semana del alcalde en las que dudó de que el proyecto presentado por la UMA para el campus internacional fuera "el más brillante". "No me parece que el alcalde estuviera acertado en sus palabras o no tiene un buen conocimiento del proyecto", cree Alonso. La clave está, dice el consejero en "convertir el proyecto en imbatible, de modo que el ministerio lo haga suyo también. Hay argumentos para lograrlo y estoy seguro de que lo conseguiremos", sostiene.

En este largo camino que aún queda para luchar por el distintivo es vital que se sumen esfuerzos. "De la misma forma que en el sector agroalimentario se han unido varias universidades a este también se podrían sumar algunas otras de Andalucía, todo aquello que suponga una mejora capaz de influir en el sistema productivo será bienvenida", aclara Alonso. Hay que aunar esfuerzos y sumar voluntades para conseguir esto, por tanto invito al alcalde a que no haga manifestaciones que puedan deteriorar un proyecto tan necesario para Andalucía", concluye.