Otra muerte violenta en la provincia malagueña, ayer en el barrio de La Luz en la capital, se convierte en la tercera en estas circunstancias en menos de una semana. Antes de las 7:00, la Policía Nacional acudió a la llamada de varios vecinos y encontró el cuerpo sin vida de una joven a pocos metros de una edificio de viviendas de la calle Alcalde José María Corona, en el distrito de Carretera de Cádiz. Horas más tarde un hombre, residente del mismo barrio, fue detenido como presunto autor de los hechos y la autopsia realizada al cadáver de la mujer confirmó las hipótesis que apuntaban a que la causa del fallecimiento fue la asfixia.

Vecinos del edificio junto al que apareció el cadáver de la jóven, de nacionalidad colombiana y de unos 20 años de edad, afirman que los hechos ocurrieron pasadas las seis de la mañana de ayer. "Me despertaron los gritos de la chica que escuché desde el ojo patio. Pedía auxilio y decía que se ahogaba. Desde la ventana me puse a gritarle al hombre para que soltase a la mujer, pero no los veía y rápidamente llamé a la Policía que vino en pocos minutos pero ya era tarde", dijo ayer una vecina del citado edificio a los periodistas. Ninguno de los vecinos consultados por este periódico conocían a la mujer asesinada. Algunos apuntaron la posibilidad de que estuviese de alquiler en el bloque y que llevase poco tiempo. Pero la mayoría afirmaron no haberla visto nunca antes.

La Policía contempla la opción de que la mujer acudiera de madrugada a casa del presunto asesino para mantener relaciones sexuales. De hecho, una de las pruebas que sostiene la Policía para inculpar a la persona detenida son las llamadas recibidas por la fallecida a su teléfono móvil, localizado cerca del lugar de los hechos. Este fue uno de los principales argumentos para su detención. El presunto autor realizó al menos una llamada a la chica durante la madrugada del jueves al viernes.

El cadáver apareció junto a un portal. "Con los árboles no pude verlo, pero escuché los gritos", manifestó otra vecina. En la puerta del citado edificio hay dos naranjos y debajo de uno de ellos, el asesino dejó el cadáver. Hasta el lugar se desplazaron varias dotaciones policiales, constatando que la mujer estaba muerta y que presentaba aparentes signos de violencia. Mientras se realizó el levantamiento del cuerpo sin vida, la calle permaneció acordonada por la Policía.

Luego, durante toda la jornada, una pareja de agentes restringió el acceso al edificio sólo a los residentes del mismo. Agentes de la Policía Científica tomaron huellas durante todo el día. Por su parte, la autopsia practicada durante al cadáver de la joven reveló que la muerte fue violenta y que la causa del fallecimiento fue la asfixia, indicaron desde el Instituto de Medicina Legal.

Se trataría, por tanto, de la tercera muerte violenta en la provincia en menos de una semana, ya que el pasado sábado falleció un joven británico, D. S., que fue tiroteado en una urbanización de Mijas, y el jueves murió en la cafetería que regentaba en el barrio de La Carihuela de Torremolinos J. M., un ciudadano español que recibió un disparo en la cabeza de un cliente habitual del establecimiento.