El capitán de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil quedó ayer en libertad sin cargos tras declarar como imputado en el juzgado número 11 de Málaga, que investiga la trama de tráfico de estupefacientes por la que fue detenido el teniente que dirigía el EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antridroga), del que dependen los diferentes grupos especializados en la persecución y lucha contra el narcotráfico en la provincia. Fuentes judiciales confirmaron a este periódico que el capitán, que es el superior inmediato del teniente arrestado, prestó ayer declaración ante el juzgado. Según pudo saber este periódico, la operación investiga presuntas irregularidades en una entrega controlada de droga.

En esa operación también fueron arrestados otro agente con destino en el cuartel de Mijas y un agente ya retirado del cuerpo. Esas tres detenciones están supuestamente relacionadas con una operación contra el tráfico de hachís que arrancó en el mes de septiembre del año pasado y que concluyó en septiembre con la detención de 12 personas. Durante esa actuación se intervinieron 1.400 kilos de hachís en las playas de Marbella. El teniente del EDOA ingresó en prisión a finales del mes de diciembre después de que quedara unos días en libertad con cargos y sin medidas cauterales tras su detención.

Durante los últimos 15 meses han sido arrestados 15 agentes por su presunta implicación con traficantes. En octubre del año pasado fue detenido otro miembro del grupo de élite de la EDOA en la playa de Guadalmar. Según los datos que trascendieron, fue interceptado con estupefacientes en el interior de una furgoneta. En diciembre fue arrestado otro agente de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga en Algeciras porque supuestamente se encargaba de dar escolta y asegurar los traslados de hachís que partían del puerto algecireño.

A comienzos de octubre del año pasado cayeron cuatro agentes más del Instituto Armado en una operación antidroga que se desarrolló en los municipios de Nerja y Torrox. Dos pertenecían al cuartel nerjeño y los otros desempeñaban su labor policial en las costas de la provincia de Granada. Los dos agentes de Nerja fueron sorprendidos in fraganti cuando presumiblemente colaboraban en el transporte de 2.000 kilos de hachís en Torrox. El 20 de octubre de 2009, o sea sólo unos días después de la operación en la Costa oriental de Málaga, fueron arrestados en la zona de Guadalmar otros dos agentes de la Guardia Civil en otra operación contra el tráfico de drogas que se saldó con la aprehensión de 1.500 kilos de hachís. Esta vez los detenidos fueron un sargento y un cabo con destino en el cuartel de Rincón de la Victoria.