Los indignados mantendrán la acampada en la Plaza de la Constitución de la capital malagueña, al menos, hasta hoy. Representantes de este movimiento social señalaron ayer que hoy llegarán los delegados enviados a la concentración de la Puerta del Sol en Madrid y habrá una nueva asamblea en la que se debatirá qué hacer en los próximos días en función de cómo estén los ánimos en las distintas ciudades españolas.

Portavoces de los indignados reconocen que el cansancio empieza a hacer mella tras varias semanas de protesta en la Plaza de la Constitución, aunque intentan paliarlo organizándose por turnos. Lo más penoso es dormir y lo están haciendo allí en torno a 50 personas cada noche. Este colectivo desconoce cuándo levantarán la acampada, aunque tienen claro que la protesta no terminará ahí, sino que posteriormente se harán todo tipo de actos.

Uno de ellos fue la convocatoria de una nueva manifestación que se desarrolló ayer por la tarde desde La Constitución hasta La Palmilla y que congregó a medio millar de personas, un número ya bastante lejano de los 10.000 que participaron el pasado 20 de mayo. Andrés Vázquez era uno de ellos. Tiene 22 años y asegura que no está acampado "porque estoy de exámenes, aunque todos intentamos aportar lo que podemos, grano a grano". Ha estudiado Relaciones Laborales y ahora está cursando Derecho. "Estoy estudiando una segunda carrera porque la situación laboral está muy mal", explicó, y precisó que se ha unido a este colectivo porque "es la primera vez que se mueve algo en Málaga en años".

Gregorio Herreros y Feliciana Mora están en la otra parte del cuadro. Tienen 71 y 70 años respectivamente, están jubilados con hijos y nietos y no tienen, por tanto, problemas de trabajo o de vivienda. Sin embargo, están apoyando las protestas como cualquier joven. Incluso con más fuerza. Gregorio estaba haciendo el Camino de Santiago y cuando se enteró del movimiento de los indignados, ni corto ni perezoso, se fue a Madrid y permaneció acampado cinco días en la Puerta del Sol. Feliciana, por su parte, ha estado una semana acampada en Málaga y ahora lo está en Vélez-Málaga. "Hemos luchado en los años 60 y 70 por tener unos derechos que ahora se están perdiendo. Se habla de que la actual es una generación perdida o pasota y ya era hora de que reaccionara", subrayó Feliciana.

La concentración de los indignados es pacífica -ayer incluso hicieron una paella- pero en la madrugada del sábado se produjo un altercado. Este colectivo denunció ayer que uno de los voluntarios de la comisión de alimentación de la acampada de la Plaza de la Constitución fue agredido por tres personas no identificadas a las 5:00 mientras iba a tirar la basura a unos contenedores cercanos a la plaza. La víctima, que fue trasladada al Hospital Civil, fue atacada supuestamente por tres cabezas rapadas que le dieron puñetazos y le hirieron el brazo con una botella rota. Los indignados denunciaron la agresión en la Comisaría de Policía de la Plaza de la Merced.