La juventud es irreverencia, cuestionarse las normas y las fronteras, también inconsciencia y falta de tablas para esquivar las piedras del camino. Por eso el Málaga ha logrado este año cotas inalcanzables, por eso ha sucumbido en momentos a priori más accesibles. El que ha pasado muchas veces por el Bernabéu sabe lo difícil que se hace jugar allí; quien ha soñado siempre con pisar ese estadio y su vida aún está movida por la ilusión se encuentra más cerca de los imposibles. Esa fórmula permitió asaltar el Camp Nou; esta semana Javi Gracia tendrá que volver a acudir a ella para presentar batalla ante el todopoderoso Real Madrid.

Es fácil medir la bisoñez de este Málaga. No tanto en la media de edad, que apenas sobrepasa los 26 años, como en el número de elementos que han jugado alguna vez en el Santiago Bernabéu. De los 24 futbolistas de que dispone Javi Gracia para el domingo, once de ellos nunca lo han hecho. Es decir, se podría hacer una alineación con ellos. Estaría formada por Ochoa en la portería. Rosales, Flavio, Filipenko y Angeleri en defensa; Horta, Luis Alberto, Juanpi y Boka en el centro del campo y Samu Castillejo y Rescaldani arriba. No es un once muy diferente al usado en algunos partidos de Copa del Rey esta temporada; es más, al menos seis de ellos han tenido o tienen tramos de titularidad a lo largo de la Liga.

Muchos de ellos ya fueron alineados o utilizados durante la campanada ante el Camp Nou, así que no parece mala receta. Además, otros de los que ya jugaron en Chamartín siguen siendo jóvenes (Samu, Juanmi Recio o Darder) o tienen especiales motivaciones. Es el caso de Miguel Torres, quien regresa al estadio del club de sus amores, o Amrabat, al que le gusta lucirse ante este tipo de rivales y estadios así.

Javi Gracia ya sabe lo que es jugar allí como técnico de Osasuna, si bien también se le puede incluir en la nómina de noveles debido a la poca experiencia que atesora aún en la élite. Aun así, sus números con los grandes también le generan una importante credencial: esta temporada le ha robado cuatro puntos de seis al Barcelona y uno al campeón liguero. En el anterior campeonato, pese a perder la categoría, ninguno de los grandes fue capaz de ganar en El Sadar: Real Madrid y Barcelona empataron (2-2 y 0-0, respectivamente), mientras que el Atlético de Madrid encajó su derrota más severa del curso (3-0). Dentro de la dificultad, hay argumentos para creer que existe un resquicio de esperanza con el que soñar.