Mientras el Málaga remueve cielo y tierra para encontrar la fórmula de efectuar la opción de compra que tienen por Amrabat, el club debe cumplir antes de que acabe el mes de abril con uno de los trámites que ha impuesto la Liga de Fútbol Profesional para mantener el control financiero entre sus participantes.

El pasado mes de noviembre, los clubes actualizaron su información económica con los primeros datos de la presente temporada. Ahora, todos deben presentar una auditoría de los dos últimos años, una previsión de cómo se va a cerrar el presente curso económico y, lo más importante, una previsión de la próxima campaña. Es decir, el proyecto de financiación sobre el que se van a basar en la temporada 2015-16.

A partir de estos datos, la Liga analizará a todos los clubes y las posibilidades económicas de cada uno. Justo un mes después, a finales de mayo, con la competición nacional recién terminada, la propia LFP comunicará al Málaga y al resto de representantes el famoso límite salarial que empezó a impulsarse al inicio de esta temporada.

A partir de ahí, la entidad de Martiricos ya conocerá el margen de movimiento que tendrá para intentar conformar la plantilla de cara a la 15-16. Por supuesto, siempre que se concrete una venta no prevista, el club puede actualizar su información con la LFP y recibirá el pertinente permiso para incrementar su límite salarial.

Además, a lo largo de la temporada siempre se deja una partida para excesos que también está concretada por parte de la Liga. Casos de destituciones o fichajes invernales entran dentro de esta casuística prevista por el departamento económico del organismo que dirige Tebas.

La LFP se ha propuesto ayudar y exigir el control financiero de todos sus equipos, tanto en Primera como en Segunda División. Disponen de un departamento que está constantemente en contacto con los clubes para ayudar en la medida de lo posible. El nuevo objetivo que se ha propuesto desde el organismo nacional es el de mejorar el ratio de deuda. Ese será el flamante requisito para esta revisión. Se analizará la deuda de cada club y las posibilidades de ingresos que tengan, y nunca se podrá superar esa cantidad.

En caso contrario, la Liga contempla medidas como la expulsión o la sanción de puntos en la clasificación en función de la gravedad de la situación. En definitiva, los requisitos impuestos son similares a los que pide la UEFA para obtener la licencia y poder competir en Europa.

Desde la propia LFP no descartaban hace unos meses el descenso administrativo de algún club si no mejoraba su situación. El Málaga sigue en su particular buena senda de recuperación. Pero el hecho de tener que abonar 3,5 millones de euros antes del 30 de abril, probablemente le suponga un gasto no previsto y que no cuenta con el beneplácito de la Liga. A partir de ahí, el club sigue buscando fórmulas para intentar acometer el fichaje de Amrabat.

Toca ajustar cuentas y no está la cosa para descuadrarse ante el nuevo régimen de la LFP.