El gran beneficiado por la salida de Ochoa es Roberto Rosales, cuyo pasaporte extracomunitario le mantenía en vilo ante una posible salida. Una vez solucionado este problema, al Málaga se le abre una nueva ventana con el lateral venezolano, cuyo contrato expira al término de la temporada que se inicia el próximo mes. Así, en el club piensan que el futuro de Rosales únicamente cuenta con dos vertientes: una sustanciosa venta o una renovación.

Y es que la marcha de Ochoa no implica que el vinotinto tenga su futuro asegurado en la Costa del Sol. Ni mucho menos. Siempre ha sido uno de los futbolistas con más posibilidades de salir. De hecho, el Málaga firmó al futbolista con la idea de poder hacer negocio en un futuro. Sin embargo y, a pesar del buen cartel de un jugador internacional con su selección, nunca llegaron a las oficinas de Martiricos ofertas que hayan servido, ni de lejos, para plantearse un traspaso.

Llegados a este punto, en la cabeza de Arnau no se contempla que Rosales pudiera salir de manera gratuita el próximo verano. Así, siempre y cuando no llegue de aquí al final del mercado una oferta irrechazable, la dirección deportiva buscará ampliar el contrato del venezolano. Más allá del excelente rendimiento deportivo ofrecido por el lateral diestro desde que aterrizara en Málaga, la posibilidad de hacer caja con el vinotinto siempre ha estado presente, por lo que dejar marchar a coste cero a un jugador que viene ofreciendo un gran nivel en Primera sería, sin duda, un mal negocio.

La realidad es que Rosales se encuentra feliz en Málaga. Tanto él como su familia se adaptaron perfectamente a la vida en la Costa del Sol, algo que el venezolano jamás ha ocultado. Tampoco lo ha hecho con la posibilidad de ampliar su contrato con el Málaga, matizando en alguna ocasión que, siempre y cuando beneficiara a ambas partes, estamparía su firma para así continuar vistiendo la blanquiazul. Ahora sólo queda que las palabras se transformen en hechos o, a partir del cambio de año, Rosales pasará a ser libre para negociar con cualquier equipo.

El lateral no quiere que esta situación desvíe su atención de lo realmente importante. Una nueva temporada, con un nuevo entrenador y en la que Rosales quiere seguir poniendo sobre el verde sus cualidades. La salida de Cifu le dejó el camino libre en la banda derecha, mientras que el Málaga ya conoce las dos vías con el jugador: venta o renovación.