Son días de Feria en el centro de Málaga, también días previos al arranque del a competición liguera del club de la Costa del Sol. El Málaga encarrila la recta final de lo que será la primera toma de contacto real de Juande con este nuevo equipo que ha configurado Francesc Arnau, director deportivo de la entidad.

"No tenemos techo. El derecho a pelear por Europa nos lo tenemos que ganar a partir de este viernes. El equipo transmite mucha seguridad para poder conseguirlo, pero tenemos que refrendarlo cada partido para poder demostrarlo", expresaba Arnau en la visita a la feria del centro de él y varios representantes blanquiazules entre los que estuvieron Martín Aguilar y Ben Barek y Basti como representante de la Fundación del club. El catalán no esquivo hablar de Europa y dejó las opciones del equipo a la labor de éste en La Liga.

La pretemporada de los de Juande Ramos fue rápidamente analizada por el director deportivo que entiende que lo hecho hasta ahora sirve de poco si los resultados no llegan: "Llegamos frescos, chisposos, con ocasiones y marcando goles. Pero eso no vale de nada si no lo refrendamos en la Liga. Ahora se empieza a demostrar todo, y los equipos apretarán. No sabes el nivel de los demás y ahora viene lo de verdad y ahí es dónde debemos estar demostrando esa misma línea".

Pese a reconocer que algunos de los rivales serán una incógnita, manifestó su satisfacción con el trabajo que han realizado a nivel de incorporaciones: "El míster ha podido trabajar mucho tiempo con ellos, y eso nos da ventaja con respecto a otros equipos con planificación más tardía. Ojalá podamos hacerlo valer al principio de la temporada".

Durante esta pretemporada hay un jugador que ha llamado la atención por encima de todos sus compañeros y, curiosamente, no es ninguno de los fichajes: "Con En-Nesyri hay que entender que es un chico de la cantera que está demostrando muchas cosas, mucho más rápido, para alegría nuestra, de lo que todos esperábamos, pero con la cautela de que es un chico de 19 años, que hay que cuidarlo y protegerlo, también de lo que sea capaz de asumir, porque a lo mejor nos tumba todas las puertas. A ver cómo va. Los chavales jóvenes te sorprenden día a día con su crecimiento".

El marroquí es uno de los beneficiados por el control financiero al que somete La Liga a los diferentes clubes de su competición ya que podría, por su rendimiento, ser el elegido como cuarto delantero del primer equipo. Sobre esto hizo referencia Arnau: "Estamos valorando muchas opciones, pero tenemos los controles de la Liga. Se han mirado operaciones que no pueden ser asumidas económicamente, y otras que no mejoran lo que tenemos. Vamos a valorarlas todas, queda tiempo de mercado y la plantilla tiene recursos para competir con mucho sentido y seguridad. Pero el mercado nunca sabes por dónde va a salir y hay que esperar".

Por ello, la plantilla que gestione Juande Ramos durante este primer tramo de la temporada diferirá poco de la actual. El de Pedro Muñoz fue la primera elección del director catalán y fue el que acabó llegando: "Todos sabemos que es un entrenador excelente que saca el máximo de sus equipos, que lee muy bien los partidos, confiamos en él al cien por cien para conseguir los objetivos".

Por otro lado, otro de los ámbitos que han cambiado notablemente en el club es la implicación de su máximo responsable, el presidente Al-Thani. A nivel institucional no se pierde ninguno de los actos que organiza el club y esto lo sabe Arnau: "El jeque quiere un club estable, que crezca poco a poco. No estamos en la línea de hace cuatro años, porque la Liga tampoco te lo permite. A partir de ahí, tenemos que crecer lo máximo que podamos".

Por último, Arnau hizo referencia a uno de los activos más importantes del club de Martiricos: su afición. "Notamos la ilusión en la calle, en la Feria, con un equipo joven que mantiene la base de la temporada pasada. Les pedimos que nos apoyen y sean el jugador número 12 en los buenos y en los malos momentos. En los 15 años que llevo en Málaga siempre han estado ahí", manifestó el catalán que es consciente del poder, siempre positivo, que tiene la masa blanquiazul que acude cada dos fines de semana a La Rosaleda.