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Víctimas y médicos denuncian a la ONU un ataque con gas cloro en Siria

  • Un vídeo muestra el presunto ataque, en el que murieron tres niños el pasado 16 de marzo. La sustancia tóxica se utiliza para usos civiles pero está prohibida como arma.

Un vídeo de un presunto ataque con gas tóxico que causó la muerte de tres niños pequeños en Siria hizo llorar a los miembros del Consejo de Seguridad mientras eran informados de la situación, informó la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power.

Un testigo que casi no sobrevive al ataque y dos médicos sirios que trataron a las víctimas declararon ante los miembros del Consejo de Seguridad el jueves y luego hablaron con la prensa. El tema se centró en un ataque con gas cloro en el noroeste de Siria el 16 de marzo.

En el vídeo mostrado se ve a los médicos en un hospital de campaña en la ciudad de Sarmin intentando salvar la vida de tres niños pequeños. El doctor Mohamed Tennari confirmó que los síntomas -imposibilidad de respirar y vómitos- apuntan a la intoxicación por gas cloro. "Aquí mueren todos los días seres humanos por misiles y bombas barril. Y ahora por sustancias tóxicas. Nuestro llamamiento a la comunidad internacional es que por favor paren las muertes en Siria", afirmó.

Kusai Sakarja, quien según declaró sobrevivió en agosto de 2013 en Ghuta, al este de Damasco, a un ataque con gas sarín, relató: "No podía respirar, me ardía el pecho, me quemaban los ojos". El gas fue lanzado en bidones desde helicópteros del Gobierno durante el rezo de la mañana. "Me tuve que golpear el pecho varias veces para poder respirar".

Los expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) investigan actualmente las denuncias de ataques con gas cloro. El año pasado ya reunieron claras pruebas del uso "sistemático y reiterado" de ese gas tóxico contra pueblos del norte de Siria. El gas cloro no está prohibido por la convención sobre sustancias químicas porque se utiliza para usos civiles pero sí está prohibido como arma.

Por otra parte, en una entrevista con el diario sueco Expressen publicada ayer, el presidente sirio, Bashar al Asad, afirma que los avances de los grupos yihadistas en su territorio se deben al "enorme apoyo" que reciben desde Turquía, Arabia Saudí y otros países de la región.

La captura en marzo de la capital provincial de Idlib (noroeste) no se debió a la debilidad del Ejército sirio sino al "apoyo logístico y militar a través Turquía " y "el financiero de Arabia Saudí y Qatar".

El Gobierno de Al Asad controla actualmente la mayoría de las grandes ciudades de Siria y áreas estratégicas en el centro y la costa mediterránea, pero depende en gran medida del apoyo de las milicias del grupo libanés Hezbolá y de otros grupos pro-iraníes.

A su vez, el Estado Islámico controla la mayor parte del este y noreste de Siria y una serie de grupos islamistas variados se concentra en regiones del norte y el sur, y en áreas alrededor de Damasco.

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